No tengo duda que una de las figuras más relevantes en cuestión filosófica urbana moderna es el célebre actor Matthew McConaughey. En octubre del presente año publicó un libro interesante titulado “Greenlights”. El libro no tiene como propósito fungir como un manual de vida ni mucho menos. El actor se enfoca en narrar historias, poemas, oraciones y hablar sobre las personas y lugares más relevantes en su trayectoria. Al hacer esto, tiene como propósito hablar de los sucesos más importantes en la vida del actor para poder auxiliar al lector de una manera tangente en algún aspecto personal si es que lo necesita. “Greenlights” representa una recopilación de filosofías que pueden resultar muy útiles dadas las adversidades a las que nos enfrentamos. La palabra “greenlight” significa textualmente “luz verde”. Se hace alusión a un semáforo y su significado en nuestras vidas. La luz verde significa que podemos avanzar por nuestro camino, una luz amarilla marca la precaución y una luz roja significa que debemos detenernos donde estamos. Como bien señala McConaughey, la vida está llena de estas situaciones. Partiendo del plan de vida y los sueños específicos que emprende una persona, el camino estará invariablemente repleto de estas señales que al final del día serán parte del proceso por el que debíamos atravesar.Dentro del libro, el autor señala una serie de pasos que tienen como propósito ayudar al lector a encontrar su frecuencia. Esto es: saber en un primer momento quién es. Dentro de una de una plática que ofreció en la Universidad de Houston para los graduados del 2015, señaló que la mejor manera para saber quiénes somos es por medio de un proceso de eliminación. Esto significa lo siguiente: para saber quiénes somos en verdad tenemos que eliminar quiénes no somos y disminuir nuestras opciones. Para poder tener más luces verdes en nuestros caminos tenemos que tener claro en un primer momento quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos. Interesantemente, la única manera (o por lo menos la más eficiente) es por medio del proceso de eliminación, para así determinar qué es lo que queremos para nuestras vidas y nuestro país. Estoy cierto que para caminar hacia un México más próspero tenemos que disminuir nuestras opciones. Tenemos que definir qué es aquello que no queremos para nuestro país para así poder avanzar hacia un futuro nítido en lugar de ambiguo. Esto se puede hacer por medio de una reflexión que parte del nivel individual sobre lo que queremos para el sector salud, económico, seguridad, de desarrollo social, y el tipo de servidores públicos que en realidad necesitamos. El reflexionar sobre estas situaciones a nivel colectivo sin duda nos otorgará más luces verdes para caminar hacia el México que merecemos.