Participar en la Liga de Beisbol de Japón significa para muchos peloteros la posibilidad de culminar su carrera profesional en un buen nivel de competición, y para otros, una alternativa de, a partir de una buena actuación, tener cierta oportunidad de enrolarse en alguna organización de las Grandes Ligas. Este sería el caso del serpentinero mexicano Roberto Osuna, quien tiene entre sus opciones permanecer hasta cerrar con broche de oro una gran carrera siendo una estrella allá en el lejano Oriente, o quizá la posibilidad de regresar a las Grandes Ligas.Tenemos ejemplos que nos son familiares a los aficionados jaliscienses al rey de los deportes, como lo fue el tema de Japhet Amador, que salió del beisbol profesional mexicano AAA, estando jugando en esplendor con un buen equipo en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con los Diablos Rojos del México y con una gran expectativa de triunfar en el ámbito nipón, pero resultó que por problemas disciplinarios y algo más no fue lo que él pensaba, y regresó a la pelota en México con un slump que lo tuvo casi al borde de la retirada por problemas de salud, pero que finalmente logró vencer y está ahí de nuevo siendo valioso, tanto en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) como en el beisbol estival.El otro caso es el de Roberto Osuna, quien tras dejar de lado una sanción importante muy al inicio de su carrera, estando en un bastante adecuado nivel de madurez como lanzador con los Azulejos de Toronto, sufrió el problema extra deportivo que lo mantuvo separado del diamante por muchas semanas, logrando no obstante ello remontar esa adversidad y ser contratado nada menos que por los Astros de Houston, que le dieron la gran oportunidad y no la desaprovechó el oriundo de Sinaloa, quien logró dejar huella fuerte y buena en los estelares houstonianos.No obstante, sorpresivamente, estando quizá en su mejor momento, no le fue renovado el contrato y quedó como agente libre sin que a la fecha haya sido requerido por algún equipo de la Gran Carpa y se refugió en Japón, tras una breve estancia en el beisbol mexicano, específicamente con Charros de Jalisco, donde pasó sin pena ni gloria.Pero habrá que decirlo, parece ser que Osuna está cómodo jugando en Japón, en donde es un ídolo, y apenas en noviembre pasado firmó el contrato más grande en la historia en Japón, valorado en 27 millones de dólares por cuatro temporadas.No sabemos si al tiempo, y una vez que las condiciones lo permitan, podamos tenerlo de nueva cuenta vistiendo la casaca de Charros de Jalisco en el beisbol de otoño-invierno, o incluso se dé esa oportunidad de regresar a las Ligas Mayores. Él lo ha dicho, que ha recibido en alguna ocasión ofertas de equipos cercanos a la afición mexicana como Padres de San Diego, e incluso en alguna ocasión se habló de que estarían interesados por él en los Rangers de Texas, o también se especuló que Bravos de Atlanta podrían estar platicando con el recio lanzador de relevo corto, quizá uno de los mejores que actualmente hay en el orbe.Habrá que ver, pues, si sigue el buen caminar de Roberto Osuna y se consolida como una estrella que no deseará jamás regresar a arriesgarse en el beisbol de Occidente o si volverá y será una estrella fulgurante más, que venga con mayor solidez.Y por otro lado, hay que mencionar que en días pasados se especuló que el ex lanzador de los Dodgers de Los Ángeles, Julio Urías, estaría incorporándose al equipo de Osuna en Japón, pero resultó ser una falsa noticia que rápidamente fue desmentida. En tanto, continúa la expectativa en cuanto al futuro inmediato de Urías, quien merecería una oportunidad donde sea, pero que pueda seguir brillando como el excelente lanzador abridor que es, y con la fortaleza que aún le queda, esperando remonte los problemas de conducta que le han impedido desarrollarse a plenitud, y sin dejar de pensar en que lo que ha sido solo rumor resulte al final lo único factible de momento para el joven serpentinero zurdo, que aún puede brillar bastante si logra modificar conducta y fama negativa.bambinazos61@gmail.com@salvadorcosio1
