La conformación del gabinete de Pablo Lemus, gobernador electo de Jalisco, ha suscitado una serie de cuestionamientos sobre la influencia que Enrique Alfaro, su predecesor y figura dominante de Movimiento Ciudadano (MC), podría haber ejercido en estos nombramientos. A pesar de que Lemus ha enfatizado que su gobierno buscará renovarse y trabajar en equipo con un enfoque social y profesional, algunos de los nombres anunciados sugieren una continuidad de la influencia de Alfaro en la estructura política estatal.Uno de los nombramientos más destacados es el de Alberto Esquer como jefe de gabinete, cuya carrera política es imposible desligar de Alfaro, con quien ha compartido trayectorias políticas en cargos clave dentro de la administración de MC en Jalisco, lo que podría ser visto como un esfuerzo por parte del aún gobernador para mantener una red de aliados estratégicos en el nuevo gobierno. Además, su experiencia como secretario de Asistencia Social durante la administración de Alfaro refuerza la idea de que algunos nombramientos pueden estar destinados a garantizar la continuidad de las políticas implementadas en el último sexenio.En contraste, la incorporación de figuras como Cindy Blanco, quien será la secretaria de Desarrollo Económico, y Michelle Fridman, futura secretaria de Turismo, apunta a una cierta renovación. Ambas mujeres representan perfiles relativamente nuevos en la política estatal, y su inclusión ha sido recibida como un intento de Lemus por diversificar su gabinete y darle un enfoque más fresco, algo que ha señalado públicamente como una de sus prioridades. Aun así, la combinación de nuevos perfiles con figuras afines a Alfaro alimenta la especulación de que el exgobernador sigue teniendo un rol relevante en la toma de decisiones.Por su parte, Lemus no niega la cruz de su parroquia al incluir atinadamente dentro de su gabinete económico a jugadores del sector empresarial, concretamente a Mauro Garza quien ha seguido los pasos del gobernador electo, pues tras presidir COPARMEX Jalisco incursionó en la política y ahora fue nombrado Coordinador general de Crecimiento y Desarrollo Económico quien se espera funja como un enlace entre dos sectores que conoce bien: la iniciativa privada y el sector público.Además, los nombramientos relacionados con áreas sociales clave, como el de Andrea Blanco Calderón en la Coordinación de Desarrollo Social, sugieren que el enfoque será mantener programas y proyectos que han sido prioritarios durante el gobierno de Alfaro, especialmente en áreas sensibles como la salud y el bienestar social. La inclusión de figuras con experiencia en estas áreas refuerza la percepción de que Alfaro ha dejado su sello en estos ámbitos, y que Lemus buscará consolidar más que transformar radicalmente.Así, aunque Pablo Lemus ha subrayado repetidamente que su administración buscará distanciarse de la anterior en términos de renovación y apertura a nuevos perfiles, los hechos sugieren una realidad más compleja. Algunos de los nombramientos clave reflejan una clara continuidad del legado alfarista, mientras que la inclusión de nuevas caras apunta a un esfuerzo por equilibrar esa influencia con un gabinete que también se perciba como independiente y comprometido con las necesidades actuales del estado. La verdadera prueba para Lemus será demostrar hasta qué punto puede gobernar sin la sombra de Alfaro sobre él, y si realmente logrará la autonomía que su discurso promete.Esta situación deja abierta la interrogante sobre si Lemus logrará establecer su propio estilo de gobierno, o si, en última instancia, el poder de Enrique Alfaro seguirá influyendo desde las sombras, moldeando las decisiones estratégicas del nuevo gabinete.
