Hace casi 502 años -el 30 de junio de 1520- el árbol denominado Ahuehuete -que desde 1921 con motivo de la Independencia es el Árbol Nacional de nuestro país-, se convirtió en protagonista de una escena histórica, cuando Hernán Cortés huyendo de Tenochtitlan ante la reacción del ejército de los mexicas que defendían su terruño, fue testigo en la superficie de sus raíces de lo que hoy conocemos como la Noche Triste. Cuenta la historia que los mexicas lograron una victoria parcial y Cortés, derrotado, sollozo bajo la sombra del Ahuehuete.Este tipo de árbol -el Ahuehuete- ha sido designado para ser sembrado en la hasta hoy conocida como Glorieta de la Palma en la Ciudad de México, en lugar de la palma que en ese lugar permaneció por más 100 años y que fue retirada por estar infectada por un hongo. Mediante una consulta ciudadana que organizó Claudia Sheinbaum, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, con 77 mil 485 votos el Ahuehuete venció a la Palma canaria, a la Jacaranda y a la Ceiba. La funcionaria -la primera ‘corcholata’ del presidente López Obrador en la carrera por la sucesión- agradeció “a las más de 200 mil personas que participaron para decidir qué árbol engalanará la glorieta que durante años ocupó la Palma en Reforma”.Sheinbaum, quien ha tenido algunos meses ‘socorrida’ con la bendición de Palacio Nacional, pero ‘acorralada contra la pared’ -entre otras cosas- por perder con la oposición media Ciudad de México en las elecciones pasadas y ahora en la ‘mira’ por desconocer el peritaje y demandar a la empresa noruega DNV que investigó el accidente del año pasado de la Línea 12 del Metro -que concluye fallas en el diseño, la construcción, la supervisión de la obra y mantenimiento como factores determinantes, y que se quiere ocultar-, pudiera estar desvaneciendo sus posibilidades de cumplir con los deseos del presidente para ‘nominarla’ y estar en la boleta electoral del 2024 bajo el escudo de Morena.Se dice del Ahuehuete que es testigo viviente de la historia de México y que algunas de sus partes son medicinales, sobre todo la corteza quemada la cual tiene aplicaciones como astringente y cicatrizante. No será que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México con esta decisión el destino le está preparando la escenografía adecuada donde se aplicará la corteza para cicatrizar el dolor de su derrota política y en donde se lamentara e imitara el llanto de Hernán Cortés. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
