La campaña presidencial de la demócrata Kamala Harris puso ayer toda la carne en el asador al enviar al ex mandatario Barack Obama (2009-2017) a dos de los Estados clave del “muro azul”, Wisconsin y Míchigan, llamados a decidir el resultado de la contienda.Obama cimentó sus triunfos de 2008 y 2012 con rotundas victorias en los Estados clave: Míchigan, Wisconsin y Pensilvania.Estos Estados, si los pierden, como ocurrió en 2016 en los comicios entre Donald Trump y Hillary Clinton, sus posibilidades de mantener el poder son prácticamente nulas.En un multitudinario mitin en Madison (Wisconsin), en el que el candidato a vicepresidente, Tim Walz, ejerció de telonero, Obama dedicó prácticamente todo su discurso a atacar a Trump. “Si cuestionas los planes Trump recurrirá a una única respuesta: culpar a los inmigrantes. Quiere que creas que, si le dejas detener a quien él quiera y deportarlos, todos tus problemas se resolverán”, dijo Obama.Después del mitin en Madison, Obama protagonizó otro acto en Detroit (Míchigan) con el rapero Eminem, originario de esa ciudad.Con Obama en estas grandes ciudades del “muro azul”, la campaña de Harris busca movilizar a su base tradicional urbana, a la que necesita desesperadamente ante los avances que, según los sondeos, está logrando Trump en determinados grupos demográficos como los varones afroamericanos. CT