Jueves, 09 de Enero 2025
Internacional | California

Jornaleros indocumentados se unen para remover escombros de incendios en Los Ángeles

Bridan ayuda en un acto de "solidaridad" con la comunidad a la que pertenecen

Por: EFE

Generalmente, las labores de remoción de estos árboles las hacen los bomberos y empleados de la ciudad, pero estos trabajadores se encuentran ocupados combatiendo las llamas, por lo que los indocumentados han asumido esta labor. EFE / A. M. Varón

Generalmente, las labores de remoción de estos árboles las hacen los bomberos y empleados de la ciudad, pero estos trabajadores se encuentran ocupados combatiendo las llamas, por lo que los indocumentados han asumido esta labor. EFE / A. M. Varón

Este jueves 9 de enero, decenas de jornaleros indocumentados se unieron de forma voluntaria en varias brigadas para remover árboles caídos y escombros en las zonas afectadas por los fuertes vientos y los mortales incendios en Los Ángeles, en un acto de "solidaridad" con la comunidad a la que pertenecen.

Varios de estos migrantes, que también tuvieron que abandonar sus viviendas, se armaron con sierras eléctricas, rastrillos y herramientas para ayudar, y dicen sentir "orgullo" de poder hacerlo pese al miedo que les produce la retórica del gobierno entrante de Donald Trump que ha prometido deportarlos.

"Este es un acto de solidaridad y la forma en la que estamos acostumbrados a responder cuando la comunidad enfrenta una tragedia" dijo a la agencia EFE Pablo Alvarado, codirector de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON, en inglés), que impulsa este centro que agrupa a trabajadores inmigrantes, la mayoría dedicados a la construcción, jardinería y limpieza.

Los vecinos de las ciudades donde se ha desatado el incendio Eaton en el Bosque de Los Ángeles han sido testigos de la ayuda de estas cuadrillas de jornaleros del Centro de Trabajadores de Pasadena.

Los migrantes están ayudando a cortar y remover los múltiples árboles caídos que bloquean las entradas de las casas y las vías de evacuación, a causa de las conflagraciones que han traído la muerte de al menos cinco personas.

"Este es un trabajo que hacemos de corazón y no esperamos nada a cambio. Tal vez la entrada o la calle que estemos limpiando sea la de una persona que se ha dejado contaminar por la retórica antiinmigrante de Donald Trump, pero eso no nos interesa porque un país se construye con actos de amor, no con odio", añadió el activista, que tuvo que evacuar su vivienda.

Las ciudades de Pasadena y Altadena se han visto afectadas por los vientos de Santa Ana, que llegaron a tener velocidades máximas de hasta 160 kilómetros por hora la noche del martes y tumbaron árboles y dejaron escombros que, en muchos casos, han servido de combustible para las llamas que hasta la noche del miércoles había quemado cerca de 4 mil 300 hectáreas.

Generalmente, las labores de remoción de estos árboles las hacen los bomberos y empleados de la ciudad, pero estos trabajadores se encuentran ocupados combatiendo las llamas, por lo que los indocumentados han asumido esta labor.

Alvarado aclara que ni la ciudad ni los vecinos les han pedido ayuda, pero que ellos se han sentido en la necesidad de responder a la emergencia que ya es catalogada como histórica y que ha superado a los cerca de 10 mil bomberos de Los Ángeles.

El orgullo de ayudar

A la llamada Brigada de Servicio se unió la mexicana Marta Salazar, que también tuvo que abandonar su hogar por el peligro del incendio.

La indocumentada contó a la agencia EFE que prefirió llegar al centro de trabajadores en vez de refugiarse en uno de los albergues habilitados. "Creo que hay personas que necesitan más un lugar en esos refugios, yo por lo menos tengo el centro donde todos nos apoyamos", añade.

La trabajadora, que está vinculada con NDLON desde hace 12 años, hizo parte de una de las cinco cuadrillas de jornaleros que han cortado árboles de hasta 12 metros de altura, que fueron arrancados de raíz por los vientos.

Todos los trabajadores que participan en la brigada han recibido entrenamiento de seguridad de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, en inglés) para realizar estas labores.

Para el nicaragüense Roberto Morales, que llegó a Estados Unidos hace cuatro años, realizar esta labor representa "el orgullo de ser inmigrante" y es una respuesta a la retórica de Trump, que ha prometido deportaciones masivas desde el primer día de su gobierno, el próximo 20 de enero.

"No entiendo por qué nos quieren deportar, no somos criminales, somos personas que podemos aportar y servir como lo estamos haciendo ahora", señala el trabajador, que se unió a otros inmigrantes voluntarios de Guatemala, El Salvador, México y Cuba.

La Brigada de Servicio espera extender su ayuda a otras comunidades afectadas, e incluso, espera reunir dinero para apoyar a personas de bajos recursos que no cuenten con mano de obra para poder remover escombros después de que las llamas logren apagarse.

"Sabemos que se va a necesitar mucha ayuda y mano de obra inmigrante, esperamos poder responder como siempre lo hemos hecho. En las tragedias de este país siempre los jornaleros y jornaleras han respondido y esta vez no va a ser diferente", sentenció Alvarado.

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