"Es un total y completo desastre". El ex primer ministro Tony Blair no pudo contenerse cuando se le preguntó en una entrevista su opinión sobre cómo aborda el gobierno británico el Brexit.Blair, que gobernó Reino Unido durante 10 años, compadeció a la primera ministra Theresa May en su intento por lograr el consenso de su partido en un plan para abandonar la Unión Europea, sugiriendo que ella tiene por delante "el trabajo menos envidiable en la política occidental".Pero el exlíder laborista advirtió que con la fecha programada para el Brexit en marzo del próximo año, es hora de que admita que "no hay escapatoria" y convoque a otro referéndum, con la opción de permanecer en la UE."Ya que esto se inició con un referéndum, francamente solo se puede terminar con una nueva votación", dijo Blair.El ex primer ministro dejó el poder en 2007 y luego pasó varios años en el extranjero, incluso como enviado internacional para Medio Oriente. Sin embargo en la actualidad se le ve más a menudo en Londres, donde ha vuelto a sumergirse en la política británica. "Me opongo fervientemente al Brexit y todavía creo que puede cambiarse", dijo el político de 65 años en las oficinas de su organización sin fines de lucro, el Institute for Global Change.Después de dos años de disputas con su partido conservador, May finalmente presentó su plan este mes para establecer vínculos económicos con la UE después del Brexit, provocando indignación entre las filas más intransigentes por hacer demasiadas concesiones a la UE.El propio Blair dijo que el plan de May era una "mezcolanza", algo "incompleto, a medias" que no agrada a nadie, y que era poco probable que fuera aceptado por Bruselas. Señaló además el dilema inherente al Brexit: permanecer cerca de la UE para proteger el comercio pero perdiendo las oportunidades de hacerlo solos, o cortar por completo las relaciones y arriesgarse a dañar la economía. Con el parlamento "paralizado" respecto a cuáles son los pasos a seguir, "la única forma de resolver esto es devolvérselo a la gente", dijo con respecto a que sea el electorado el que vuelva a pronunciarse sobre el Brexit.Las intervenciones de Blair sobre el Brexit no siempre han sido bien recibidas en Reino Unido, donde su decisión de unirse a Estados Unidos en la invasión de Irak en 2003 sigue generando grandes controversias.Pero mientras David Cameron, el primer ministro que convocó el referéndum sobre el Brexit en 2016, se retiró de la vida pública para escribir sus memorias, Blair se niega a guardar silencio. Algunos han sugerido que Blair tuvo cierta responsabilidad en el Brexit al no limitar la migración de los nuevos Estados miembros de la UE de Europa central y oriental cuando se unieron al bloque en 2004, lo que provocó una gran afluencia de trabajadores que generó alarma pública.Blair rechazó la idea calificándola como una "exageración absurda" e insistió en que la migración de países que no forman parte de la UE fue impulsora del voto a favor del Brexit, aunque reconoció que si hubiera permanecido en el poder por más tiempo, podría haber intentado "ajustar las cosas".La propia Unión Europea está actualmente dividida sobre cómo manejar la migración irregular y los solicitantes de asilo, divisiones que Blair describió como "muy peligrosas". "Hay una crisis. El populismo de la izquierda y la derecha corren el riesgo de romper la política occidental", dijo Blair. Admitió que la ideología centrista "está ausente en este momento", pero desmintió algunas sugerencias que indican que quisiera ayudar a formar un nuevo partido de centro en Reino Unido.Su propio Partido Laborista giró a la izquierda al elegir como su líder a Jeremy Corbyn, que es más bien euroescéptico.Los laboristas reconocen el resultado del referéndum y respaldan el Brexit, pero pidieron una nueva unión aduanera con la UE y no descartan una segunda votación.JA