México y Brasil se consolidan entre las 20 principales economías del mundo en 2025, según el último reporte de la firma Austin Rating, citado por Bloomberg. El análisis se basó en datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las perspectivas económicas globales. México se posiciona en el lugar 13, con un Producto Interno Bruto (PIB) estimado en 1.86 billones de dólares, equivalente a 1.6% del PIB global. Brasil, aunque salió del top 10, ocupa la posición 11 con un PIB de 2.257 billones de dólares, lo que representa 1.9% del total mundial. En el tercer trimestre del año, el país sudamericano se ubicó en el puesto 34 entre las economías con mayor crecimiento económico.El ranking mundial sigue encabezado por Estados Unidos, con un PIB de 30.6 billones de dólares (26.19%), seguido de China, con 19.4 billones (16.6%), y Alemania con 5 billones (4.3%). Japón e India completan las cinco principales economías con 4.2 y 4.1 billones de dólares, respectivamente. El resto del top 10 incluye al Reino Unido, Francia, Italia, Rusia y Canadá, con participaciones de entre 1.9 y 3.4% del PIB global.El desempeño económico de México se atribuye a su tamaño poblacional, sus exportaciones y su papel como principal socio comercial de Estados Unidos, además de su presencia en el sector manufacturero, señaló Carlos Ramírez, de Integralia Consultores. Sin embargo, el país enfrenta desafíos relacionados con productividad, educación, salud, innovación, seguridad e instituciones, lo que mantiene bajo su PIB per cápita, calculado en 25 mil 770 dólares según valores PPA. Brasil, por su parte, enfrenta limitaciones en inversión en capital físico, un problema estructural que ha ralentizado su crecimiento, señaló Helena Pinto de Mello, de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.Especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destacan que América Latina y el Caribe podrían elevar su PIB per cápita en 11% y reducir la desigualdad en 6% si se promueve la competencia en todos los sectores económicos, una estrategia que también podría ayudar a que Brasil recupere posiciones internacionales. La región enfrenta así un momento clave para aprovechar la reconfiguración de las cadenas globales de producción y consolidar su crecimiento económico.