Porque no todo se trata de que todas las personas quienes infringen la ley deban terminar tras las rejas, el magistrado del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, Enrique Osuna Sánchez, ha apostado durante su carrera por consolidar en México una justicia terapéutica y humanitaria, que busque el respeto, la reivindicación, el bienestar, la salud mental y emocional de los involucrados. Osuna Sánchez contó para EL INFORMADOR que, desde que se encontraba estudiando la licenciatura en Derecho en la Universidad de Sonora, Entidad donde nació, se encontró con problemáticas en el ejercicio de la justicia en México, lo que lo llevó a buscar e investigar sobre nuevas herramientas que pudieran ayudar a mejorar el sistema. “Esto me llevó, desde muy joven, a buscar nuevas tendencias internacionales, como lo es la humanización de la justicia, particularmente la denominada justicia terapéutica. La idea de la justicia terapéutica nació a finales de los años 80, en busca que la ley sirva como un agente terapéutico, es decir, que la ley puede servir para mejorar el bienestar emocional de los ciudadanos, a través de analizar las leyes, los procedimientos y las prácticas y desde el conocimiento científico proveniente de las ciencias de la conducta, como la psicología y la sociología”. Agrega que “para ello hay que tener un entendimiento empático, escucha activa, cuidar muy bien el lenguaje, ser respetuosos con las partes y los procedimientos no deben de ser tan adversariales”. Desde entonces ha optado por impulsar este tipo de justicia desde cualquiera de los espacios que ha ocupado, desde que, en 2003, ingresó al Tribunal Federal de Justicia Administrativa de Culiacán como secretario de acuerdos, pasando por tareas como impulsor del juicio en línea del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entre otras tantas, hasta llegar, en 2015, a ser nombrado magistrado de dicho tribunal, teniendo como primer sede Morelos, pasando por Sinaloa y llegando posteriormente a Guadalajara en 2023. Maestro en Derecho Fiscal y Financiero, y con estudios de doctorado el Centro de Investigación de Medios Alternativos de Resolución de Conflictos de la Universidad La Trobe en Australia, así como en la Deakin University de Australia, Enrique Osuna actualmente es vocal de la Sociedad Internacional de Justicia Terapéutica, vicepresidente de la Asociación Iberoamericana con sede en España, y presidente del Capítulo Mexicano de Justicia Terapéutica. “La justicia terapéutica está presente en los cinco continentes, en más de 40 países. Tengo ya más de dos décadas trabajando internacionalmente en la justicia terapéutica. La justicia no es solo una máquina de decisiones, sino que es un sistema que debe mejorar la vida de las personas y fortalecer la relación entre el ciudadano y el Estado”. Para ello, dijo, se requiere que la sociedad en general comprenda que es necesario disminuir la confrontación entre las personas y entre las partes, y se opte por promover elementos de confianza del ciudadano hacia el ciudadano, pero también del ciudadano hacia las autoridades. “Si nosotros aprendemos a comunicarnos mejor y tenemos herramientas adecuadas para hacerlo, no solo desde el aparato de justicia, sino como comunidad, vamos a tener una sociedad más solidaria”.El magistrado destacó la discusión sobre la llegada de la reforma al Poder Judicial. “Creo que es que es el momento para reflexionar sobre el por qué llegamos a una reforma tan radical”. “Creo que la ruta a seguir es la correcta capacitación de jueces y magistrados, pero también de los operadores judiciales que tengan herramientas como el entrenamiento empático”, expresó.