Un equipo de alrededor de 60 estudiantes del Tec de Monterrey, liderado por seis mujeres de distintas carreras, se encarga de la creación de un robot destinado a la realización de exploraciones en Marte y a la ayuda en diligencias espaciales.Se trata del grupo “Deep Space”, impulsado por Raquel Ramírez, quien cursa el quinto semestre de Ingeniería en el campus Guadalajara.Los integrantes comenzaron el proyecto para inscribirlo a la competencia de robótica “University Rober Challenge”, a fin de medirse con universitarios de todo el mundo para conocer quién puede crear el rover (vehículo robótico de exploración espacial) que sea más viable para las primeras exploraciones en el planeta vecino.Raquel compartió que desde la preparatoria se sintió atraída por la electrónica, la astronomía y el universo.Cuando llegó a la universidad conformó “Deep Space”, al cual se sumaron miembros de otras carreras como Mecánica, Mecatrónica, Robótica, Tecnologías de la Computación, Ingeniería Industrial, Biotecnología y Programación, entre otras.Para Raquel, el hecho de que seis mujeres encabecen el esfuerzo demuestra que se ha abierto el campo para ellas y además representa una oportunidad de mostrar a las niñas que pueden ocupar cualquier espacio y que ninguna carrera es exclusiva para los hombres.“Estamos en una época donde se está viendo la inclusión de mujeres en el área de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés); sin embargo, no están ocupando puestos de liderazgo. Esto afecta en el desarrollo de proyectos e iniciativas, y tener esta perspectiva de mujeres no sólo apoya a que se hagan mejores proyectos, sino que también inspira a las niñas que quieren estudiar Ingeniería, pero que a veces no se animan”, comentó.60 alumnos de distintas carreras enfocadas a la ingeniería, robótica, tecnologías de la computación, entre otras, desarrollan un vehículo robótico de exploración espacial, también conocido como “rover” para explorar la superficie de otros planetas y cuerpos celestes, así como para ayudar a los exploradores del espacio a analizar las características y condiciones de los lugares que visitan.Lo anterior, con la finalidad de participar en la competencia “University Rover Challenge”, en la cual compiten alumnos de distintas escuelas del mundo, como Harvard, Stanford y la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, así como de universidades de Polonia, Turquía, India, Australia, India y Egipto, entre otras tantas.Raquel Ramírez, estudiante del quinto semestre de ingeniería en Electrónica del TEC, explicó que el rover estará compuesto por una suspensión “rocker-bogie” para terrenos irregulares, un brazo robótico de seis grados de movimiento, diversas cámaras montadas en el robo vehículo, un sistema de inteligencia artificial para que pueda moverse de manera autónoma. Actualmente, se concluye la etapa de diseño, y posteriormente se procederá al ensamblado y las pruebas de los motores y las cámaras. Tras el ensamblaje del rover se procederá a probar sus capacidades para cumplir las misiones propuestas en la competencia.Dichas misiones a cumplir consisten en medir la capacidad del rover para navegar de manera autónoma de un punto marcado a otro; la misión de ciencia para analizar el suelo del desierto donde se probará, para que compruebe si hay o hubo existencia de vida; la recolección y entrega de objetos para la asistencia de astronautas y la misión de servicio de mantenimiento, donde el rover deberá conducirse a un módulo de aterrizaje para realizar tareas de alta precisión, como el tecleo de comandos o la colocación de tornillos.De ganar, las y los estudiantes obtendrían un monto para seguir optimizando su rover. La primera etapa de la competencia comenzará a inicios del próximo mes. En ella el equipo presentará el diseño del rover para explicar sus aspectos técnicos. Luego de ello los jueces determinarán si el rover cuenta con las características necesarias para continuar en la siguiente etapa, hasta llegar a tener la oportunidad de ser una de las 35 universidades que presentarán sus rover en Utah, Estados Unidos. El proyecto está acompañado por distintos mentores del TEC de Monterrey, quienes asesoran a las y los alumnos para llevar a cabo su rover, entre ellos se encuentran, Adrián Navarro Díaz, doctor en Control Automático; Pedro Cervantes Lozano, doctor en Comunicaciones Inalámbricas y Carlos Carbajal Espinosa, doctor en Ciencias con especialidad en Ingeniería en Eléctrica.Para Navarro Díaz este proyecto es muy retador para los alumnos debido a que la convocatoria dice qué debe hacer el robot, pero es responsabilidad de los alumnos buscar la iniciativa sobre cómo hacerlo, sin embargo, añadió, han demostrado que tienen la capacidad de hacerlo, pues han demostrado su creatividad y habilidades para lograrlo.“Por supuesto que creemos que harán un gran trabajo. Es el primer intento, esperamos conforme tengamos más participación en el proyecto, evidentemente las chicas van a ir mejorando cada vez más, y por qué no, pensar en un primer lugar en los primeros, dos, tres años de la competencia”, añadió el mentor.“La naturaleza de este proyecto representa un reto intelectual y tecnológico de vanguardia donde se tiene la gran oportunidad y el recurso intelectual de incursionar en este tipo de iniciativas, demostrando así que hay mente de obra calificada en desarrollo aquí en la universidad. Las ingenieras e ingenieros que participan en este proyecto tienen el talento, el conocimiento, la experiencia dura", añadió por su parte el mentor Pedro Cervantes.El rover de “Deep Space” aún no tiene nombre, este podrá ser propuesto por el público en general para que se sienta parte del proyecto. Por ello, el equipo que lo construye ha invitado, a través de la cuenta de Instagram del equipo @deepspace_gdl, a proponer el nombre que le parezca más adecuado y explicar por qué cree que debería llamarse así. En las próximas semanas las y los integrantes de “Deep Space” analizarán las propuestas y presentarán el nombre ganador a través de esta red social.Pero, además, el equipo busca reunir fondos para poder continuar con el proyecto, por lo cual han ofrecido diversos paquetes de patrocinio para sumar esfuerzos con la ciudadanía y convertirlos así en parte del desarrollo e impulso del rover de “Deep Space”. El proyecto Tendrá un costo máximo de 18 mil dólares (aproximadamente 360 mil pesos).“La universidad nos ha apoyado mucho también en cuanto a recursos económicos, sin embargo, el University Rover Challenge nos alienta a que no todo lo obtengamos de un canal. Es mucho el apoyo económico y sí necesitamos el apoyo. Nos hemos acercado a diversas empresas, y las invitamos a que colaboren. Pueden ser empresas chicas, medianas, grandes, nacionales o internacionales. Hemos armado paquetes de patrocinio y ellos pueden escoger el que gusten o acercarse con nosotras para saber qué intereses tienen y qué nos pueden ofrecer”, explicó Raquel Ramírez.Entre los beneficios que pueden obtener, añadió, se encuentran la publicidad en redes sociales, durante el proyecto, o mediante logos en el mismo rover, además de que se tiene planeado un pequeño campamento para las y los hijos de los trabajadores de las empresas que apoyen el proyecto, donde se les dará un acercamiento a la robótica.