El alacrán es un arácnido objeto de muchas leyendas que se han formado en torno a la toxicidad de su veneno. De acuerdo a investigaciones, de las 289 especies que habitan en México, únicamente 14 son tóxicas y su peligrosidad no depende ni de su tamaño ni de su color.Un mito común que existe en México es que a las personas enojonas o corajudas, como también se les llama, no les provoca ningún efecto el veneno de un alacrán. Esto, desde luego, es falso y podría ser muy peligroso.Laura Valdez, académica de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima, explicó que una persona no tenga síntomas ante la picadura de un alacrán es más bien porque "el alacrán inoculó el veneno en otra parte antes de picar a una persona, o le picó en el pie y el veneno se quedó en el calcetín".Este y otros mitos es lo que ha provocado que el alacrán sea más temido entre la población, por lo que se cree que podría hacer que, en realidad, por lo que hace.Especialistas han señalado con insistencia que no todas las especies de alacranes son venenosas o potencialmente peligrosas para el ser humano. Como también, que el arácnido no ataca a los humanos de forma arbitraría, sino únicamente cuando se siente acorralado o atacado. Por lo que si no es molestado, no causará daño. Desde luego, hay que prevenir los descuidos.La investigadora Valdez compartió "que el veneno contiene una mezcla de proteínas y neurotoxinas que tienen afinidad con el sistema nervioso, se unen a este, suben por el sistema periférico y llegan al nervioso central, provocando una disrupción en la comunicación intercelular que podrían generar parálisis o asfixia".El alacrán aparece en temporada de calor, como la que ya se comienza a sentir por gran parte del país y no andan en pareja, como también se suele creer, únicamente se juntan cuando necesitan aparecerse. De hecho, después de hacerlo, el macho debe escapar porque la hembra podría comérselo.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA