Viernes, 22 de Noviembre 2024

"Todos empezaron a gritar ‘sálganse, sálganse, es gas, es gas’”

Vecinos relataron cómo sucedió la explosión en San Andrés y cómo las autoridades les negaron entrar a una casa, donde falleció Don Chava 

Por: Yunuen Mora

00:00:00

La explosión no solo alcanzó la casa ubicada sobre Dionisio Rodríguez, en San Andrés, sino también las casas que colindan con ella.

En una, un hombre de 60 años murió. Era don Chava, vecino a quien le cayó la pared mientras estaba durmiendo.

"Nosotros nos queríamos meter a sacarlos, pero no nos dejaron. A lo mejor sí hubiéramos podido hacer algo", compartió Susana, su vecina.

En la camioneta del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) el hijo de la víctima lloraba, mientras los vecinos se encontraban afuera de sus viviendas relatando entre ellos lo que había pasado.

Susana estaba en su cuarto y su papá en el patio cuando se escuchó la explosión. Al inició creyó que era un tinaco o las láminas, corrió a ver a su papá para cerciorarse que estaba bien y subieron a la azotea para ver qué pasó.

"Vimos mucha agua, pero también mucho olor a gas. Cuando ya íbamos de salida a la calle mi hermana llegó de la vuelta (Dionisio Rodríguez) y dice que oyó que tronó, un señor que iba caminando cayó y que un carro se detuvo. A la automovilista le pidió que llamara a los bomberos y ella se dejó venir. Todos empezaron a gritar 'sálganse, sálganse, es gas, es gas'", relató.

Cuando todos salieron ella se encontró con familiares del hoy fallecido, quienes le dijeron que no sabían cómo estaba o si estaba en el lugar. Los vecinos empezaron a sacar gente de otros lugares y fue justo cuando llegaron a casa de don Chava que los policías les prohibieron ingresar.

Minutos después supieron que había muerto.

LEE TAMBIÉN: Reconstruir casas afectadas por explosión costará al menos 10 MDP, dice Pablo Lemus

JL

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones