Los feligreses de la Luz del Mundo volvieron a Guadalajara a celebrar la Santa Cena, el evento más importante de la Santa Convocación, con un crecimiento de los fieles. De acuerdo con la iglesia, mientras en 2014 tenían presencia en 50 países, durante el ministerio del Apóstol Naasón Joaquín García ha crecido a 62. Este año esperaban 400 mil personas y llegaron más de 500 mil.Sobre los motivos a los que atribuyen el alza, Eliezer Gutiérrez Avelar, ministro internacional de Comunicación Social y Relaciones Públicas, explicó que la Iglesia ha ido avanzando en México y a nivel mundial porque el mensaje responde de manera auténtica a las expectativas espirituales de las personas.“En una sociedad donde más nos vamos distanciando cada vez, en ocasiones el mensaje del evangelio de Jesucristo toma particular vigencia, porque los seres humanos nos reconocemos como hermanos, de una forma real, y de manera conjunta y unidos como familia, tratamos de apoyar en el bien hacer, perfeccionando cada cosa que hacemos y ayudando a los demás para llegar a ese lugar deseable para todos”. En la sede principal, ubicada alrededor del templo de la Hermosa Provincia, cientos de creyentes realizaron las tradicionales alabanzas. La ceremonia también se llevó a cabo en las colonias Maestro Aarón Joaquín y Bethel, donde llevaban cuatro años sin convocar de forma física debido a la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19.Eliasib Martínez López, de 18 años, originaria de España, contó que es miembro de la iglesia de la Luz del Mundo desde que nació. Dijo que se sintió muy emocionada de regresar a Guadalajara para la Santa Cena tras cuatro años.“Se sintió muy bonito. Desde que teníamos los pasajes se sintió la emoción en el corazón. Cuando llegamos me dio mucho sentimiento, porque llegamos antes del 1 de agosto y escuchábamos a los hermanos cuando llevaban la oración y decían a nuestros anfitriones cómo los invitaban a la hospitalidad, al amor, yo me sentí muy conmovida”.Martínez López contó que acudió con su mamá, su papá y su hermana menor. “Todos los años veníamos los cuatro. La emoción se siente más porque teníamos bastantes años sin venir, pero cuando nos reunimos todos es el mismo amor, la misma fe, por la misma fraternidad. No diría que se siente diferente este año”. Por su parte, Nereida Clark, de Costa Rica, relató que es psicóloga y trabaja en la Subdirección de Trabajo Social como voluntaria en todo el evento. “Varios profesionales de distintos países nos reunimos y damos asesorías, estamos al pendiente de crisis que puedan ocurrir. Es muy importante poder servir en estos eventos”.La joven destacó que le emociona mucho la ceremonia, y le conmueve que otra vez vuelvan a estar todos reunidos. “En todas las comisiones de la Iglesia estamos siempre en contacto, para volver a reunirnos y ejecutar los aprendizajes”. Eliezer Gutiérrez Avelar, ministro internacional de Comunicación Social y Relaciones Públicas de la iglesia, comentó que la Santa Cena es un momento de mucha devoción. “Encontrarnos aquí en un grupo donde nos sentimos incluidos por una fraternidad de fe, sin distinción de raza, género, condición social. El mensaje del evangelio es universal y logra dar respuesta a las expectativas de muchas personas que quieren encontrar ese espíritu de pertenencia, claridad y a través de un mensaje que ha sido válido desde que el Señor lo trajo a la Tierra”.Y remarcó que esperaban alrededor de 400 mil delegados, pero el 10 de agosto le confirmaron que la cantidad se había superado. “Y hoy puedo decirte que la cantidad es de 500 mil asistentes a esta celebración, donde quiero mencionar que la mayoría de ellos son nacionales”.Miles de fieles de la iglesia de la Luz del Mundo celebraron ayer su máxima festividad religiosa de manera presencial por primera vez desde la pandemia por COVID-19, con un mensaje de su líder, Naasón Joaquín García.Durante la llamada “Santa cena”, la ceremonia con la que recuerdan la muerte de Jesucristo, Naasón Joaquín García dirigió a los fieles un mensaje grabado en audio en el que aseguró que vive “ansioso del bien” y ruega por quienes viven con “la culpa” del pecado.En el mensaje dirigido con la misma vehemencia con la que decía sus discursos en persona, el llamado “apóstol de Cristo” afirmó que pide a Dios “por quienes fueron engañados y confundidos” y por “los que la carne los domina”.“No hay un estado más triste y lastimoso que el del pecador sumido en el campo de la culpa, el abismo de la malicia, todo por un capricho de su carne, por un antojo malsano y un engaño suave que le acarreó los peores males, un placer de momento que lo dañó toda su vida” y añadió que acude a Dios buscando “misericordia y perdón”.De acuerdo con el área de comunicación de la iglesia, en esta edición de la llamada “Santa convocación” recibieron a más de medio millón de fieles provenientes de todo el territorio mexicano, así como a diáconos de 64 países, incluidos Japón y Dinamarca, donde la congregación abrió iglesias este año.EFE