Desde hace dos años, Mónica González padece por el ruido ocasionado por su vecino. El hombre instaló una pantalla en el patio de su casa y colocó una bocina “tipo karaoke”, equipo con el que todas las noches reproduce videos musicales en sus fiestas. Desde canciones de Jorge Negrete hasta música de ópera, pasando por un sinfín de conciertos en vivo, son los que Mónica y su familia deben escuchar diariamente sin descansar ni conciliar el sueño. “Se emborracha y tiene pláticas interminables con quienes lo visitan. Estamos ya muy cansados”.Problemas relacionados con el ruido, la obstrucción de cocheras, niños inquietos y basura son los conflictos entre vecinos que están en aumento.La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, analizada por la organización Jalisco Cómo Vamos, revela que mientras en el primer trimestre del año pasado el 63.3% de los tapatíos que participaron en el ejercicio señalaron tener algún conflicto con sus vecinos, en este 2024 el porcentaje creció a 73.5%. Incluso, contestaron pelear más con vecinos que con desconocidos en la calle.El principal conflicto está relacionado con cuestiones de ruido producido por golpes, música alta, fiestas y uso de herramientas, entre otros, con 31.8%, seguido de cuestiones relacionadas con obstrucción de cocheras, invasión del cajón de estacionamiento o falta de espacio para estacionarse (31%) y basura tirada o quemada por vecinos en jardín, cochera o áreas comunes (26%).En Zapopan, los conflictos vecinales pasaron de 71.3% a 74.7% entre los entrevistados, siendo los principales pleitos la obstrucción de las cocheras. Le siguen los problemas por ruidos excesivos y la basura. Victoria Pérez vive en Arcos de Zapopan en unos departamentos. Tiene un coche pequeño que estaciona en el espacio que tiene destinado. El problema es que si sus vecinas llegan antes, toman parte de su espacio. “No respetan”.En Tlajomulco también incrementaron los problemas entre vecinos, pasando de 63.8% a 84.7%, siendo los principales motivos el ruido y la basura.Los municipios con una disminución de los problemas fueron Tlaquepaque y Tonalá.Augusto Chacón, coordinador de Jalisco Cómo Vamos, aseguró que es lamentable que crezcan los conflictos vecinales, pues no sólo existe la violencia perpetrada por los criminales, sino también en la misma comunidad, que puede derivar en actos graves: desde discusiones hasta golpes o daño a la propiedad de las personas. “Sí estamos en una ciudad violenta, pero comencemos a ver qué es lo que pasa entre vecinos, que son los que viven más cercanos a nosotros. La paz se construye así, poco a poco”.Con la finalidad de servir como un puente de comunicación entre los vecinos involucrados en conflictos, los Ayuntamientos cuentan con las direcciones de Justicia Municipal. En Guadalajara operan desde 2007. Los trabajos incluyen mesas de trabajo y entrevistas individuales y colectivas para llegar a los acuerdos, que son plasmados por escrito y supervisados por el municipio. Si los conflictos siguen, se judicializan. CT
