A casi cinco meses de haber dejado la Presidencia y retirarse a su quinta en Palenque, Chiapas, Andrés Manuel López Obrador sigue siendo una figura popular en la venta de mercancía en el Centro Histórico de la Ciudad de México.Además de encontrarse en tazas, playeras, llaveros, muñecos, fotografías, sandalias, calcetas e incluso inciensos, ahora su imagen ha sido transformada en una figura de santo.Bajo el nombre de “San AMLITO”, esta escultura es promocionada como “el santo del pueblo” y se comercializa frente a la Catedral Metropolitana, a pocos pasos de Palacio Nacional.Ataviado con una imagen similar a la de San Judas Tadeo, San AMLITO es representado con una imagen caricaturizada del exmandatario descalzo, con una túnica blanca que es atravesada por una especie de banda presidencial y cargando en su mano izquierda una especie de báculo.Los vendedores ambulantes venden las pequeñas imágenes en 200 pesos, el cual es sostenido en una base de madera con la leyenda "San AMLITO".Estos comerciantes afirman que San AMLITO "es el santo del pueblo" y que "es milagroso".La pequeña escultura está hecha de yeso y tiene una altura de 15 centímetros.La imagen es acompañada por una oración a San AMLITO en la cual se le pide su reelección, que no deje abandonada a la población y que proteja a la población de los ladrones y corruptos.En la plegaría también se garantiza que el pueblo mexicano siempre amará al expresidente tabasqueño "aún cuando ya se haya ido"."Te brindaremos señor esta humilde alabanza porque el pueblo se cansa de tanta pinche tranza", finaliza la oración.JM