Las cabañuelas son un método tradicional para predecir el clima anual observando los patrones atmosféricos durante los primeros días de enero. Aunque carecen de respaldo científico, han sido transmitidas por generaciones, especialmente entre agricultores, quienes las usaban para planificar sus cultivos. El sistema se basa en un conteo que relaciona los primeros días de enero con los meses del año: 1. Del 1 al 12 de enero: Cada día simboliza un mes, en orden ascendente (1 es enero, 2 es febrero, etcétera). 2. Del 13 al 24 de enero: El conteo se invierte (13 es diciembre, 14 es noviembre, y así). 3. Del 25 al 30 de enero: Se asignan dos meses por día, en orden ascendente (25: enero y febrero, 26: marzo y abril, etcétera). 4. El 31 de enero: Se divide en horas, asignando dos horas a cada mes en orden descendente. Durante este periodo, se observan factores como la dirección del viento, las nubes, la neblina, y las posiciones del Sol y la Luna. Aunque su origen exacto no está claro, se cree que las cabañuelas surgieron en Europa y se adoptaron en distintas regiones del mundo, incluyendo México. Su uso es común en comunidades rurales y agrícolas, donde las condiciones climáticas influyen directamente en la productividad. Al tratarse de un sistema empírico basado en observación, las cabañuelas no tienen una base científica y su precisión puede variar considerablemente, especialmente en países como México, donde el clima es diverso y complejo. Las cabañuelas ofrecen una perspectiva interesante y culturalmente rica sobre la predicción del clima, conectando tradiciones ancestrales con la observación de la naturaleza. Aunque no son sustituto de los métodos científicos modernos, siguen siendo una práctica fascinante y significativa para muchas comunidades. EE