El fentanilo, un potente opioide sintético, continúa siendo motivo de preocupación en México, no solo por sus efectos devastadores en la salud, sino también por su papel en la creciente crisis global de opioides. Este tema fue abordado en la conferencia matutina del 2 de enero por Armida Zúñiga Estrada, titular de Cofepris, quien desmintió un reciente reportaje del New York Times que vinculaba a Culiacán, Sinaloa, con la producción clandestina de esta peligrosa sustancia.Cofepris advirtió sobre los graves riesgos asociados al manejo y consumo del fentanilo, una droga que originalmente tenía usos médicos, pero que ahora alimenta el mercado ilegal. Su exposición, ya sea por inhalación, contacto dérmico o ingestión, puede dañar al menos diez órganos vitales, incluyendo el cerebro, corazón, pulmones, hígado y riñones. Entre los efectos más preocupantes se encuentran alteraciones neurológicas, problemas cardiovasculares, insuficiencia respiratoria y lesiones graves en la piel.Durante la conferencia, Armida Zúñiga resaltó que los vapores liberados en el proceso de síntesis del fentanilo son tan tóxicos que pueden ser mortales en segundos. Este dato fue utilizado para refutar el reportaje del New York Times, que mostraba imágenes de un supuesto laboratorio operado por el Cártel de Sinaloa. Las autoridades señalaron que los individuos en el video carecían del equipo de protección necesario para manipular una sustancia tan peligrosa, lo que pone en duda la veracidad del material presentado.México mantiene una regulación estricta para el uso y control del fentanilo, con severas sanciones contra su producción y distribución ilícita. Según Zúñiga, se están impulsando reformas para reforzar las leyes existentes y alinearlas con estándares internacionales. Además, el gobierno busca concienciar sobre esta problemática a través de diversas iniciativas, como la producción de un documental que abordará el impacto de la crisis de opioides en Estados Unidos y la necesidad de cooperación global.SV