El fraude amoroso y la sextorsión se han convertido en maneras de manipulación y robo comunes en aplicaciones de citas y redes sociales, en los cuales la víctima es objeto de presiones, estafas y extorsiones una vez se ha creado un vínculo amoroso y/o una relación sentimental entre el delincuente y ésta. Ambas consisten en pedir dinero a la víctima o algún otro tipo de ‘favor’.Por un lado, el fraude amoroso, también conocido como estafa romántica o romance scam, ocurren cuando los estafadores crean perfiles falsos de personas que aparentan tener un nivel socioeconómico alto, utilizando fotografías de perfil tomadas de alguna revista, internet o de una sesión fotográfica, en aplicaciones de citas como Tinder, Bumble, Badoo, entre otras; o redes sociales, con la finalidad de obtener dinero.Una vez cuentan con este perfil, contactan a personas que se encuentran en una situación sentimental vulnerable y entablan una relación o vínculo amoroso, en el que inician una relación con la promesa de verse y platicar en persona algún día. Cuando la situación parece estable, los estafadores piden dinero a la víctima, argumentando que ya tienen bastante tiempo de relación y es tiempo de “llevarla a otro nivel”.Las razones para pedir dinero pueden ser variadas y distintas en cada caso; pueden ir desde emergencias familiares y/o problemas de salud hasta pedir dinero con el fin de comprar un boleto de avión para verse en persona. Si la víctima cae en este fraude, en cuanto el estafador logra su cometido desaparece y nunca más la vuelve a contactar.Por otro lado, la sextorsión consiste en la amenaza de publicar material íntimo de una persona si ésta no accede a ciertas exigencias o presiones. Los extorsionadores piden a la víctima dinero, ‘favores’ o algún servicio a cambio de no divulgar fotografías, videos y hasta conversaciones privadas de carácter íntimo.La sextorsión se puede dar de dos formas distintas, directa e indirectamente. La primera de ellas ocurre cuando la víctima produce y entrega el material íntimo al sextorsionador, ya sea porque es su pareja sentimental o un amigo/a de total confianza; mientras que el segundo caso comprende la publicación de imágenes, videos o conversaciones sin el conocimiento de la víctima y, una vez divulgado, extorsionarla.“Hay una de origen delincuencial patrimonial y otra que tiene que ver con el control de la imagen de la persona, de su identidad y, eventualmente, de la amenaza de destruir esa imagen a través de retirar el control de esa persona de las imágenes íntimas que respecto de ella se ha generado. Así que, en principio, lo que nosotros decimos es que sí es posible combatir el fraude amoroso y el mal uso de la imagen, con la importancia de consentimiento, para que podamos retomar derecho de personas que manipulan nuestra imagen sin ese consentimiento”, comentó Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la seguridad y justicia de la Ciudad de México.De acuerdo con información de esta organización, desde 2021 a la fecha se han registrado 203 reportes de fraude amoroso; el 48 por ciento de los casos son mujeres, mientras que el 52 por ciento son hombres. En tanto, el sector de la población más vulnerable va desde los 36 hasta los 60 años de edad y más, con la mayoría de los reportes generados en Guerrero, Veracruz y el Estado de México.Además, adelantó Guerrero Chiprés, Facebook es la plataforma preferida de los estafadores y extorsionadores, pues en el 67 por ciento de los casos las víctimas declararon haber sido contactadas a través de esta red social. Los criminales, en el 90 por ciento de los reportes, llegan a solicitar sumas de dinero que van desde los 10 mil hasta más de 50 mil pesos. Y cerca de la mitad de las estafas resultan exitosas.En el caso de la sextorsión, el Consejo Ciudadano ha recibido 21 mil reportes, en las que siete de cada 10 víctimas de este delito son mujeres, las cuales son contactadas por medio de Facebook o Whatsapp, redes sociales que permiten el intercambio de información visual de manera instantánea, agregó Guerrero Chiprés.“Para nosotros es el tema de difundir conciencia cívica digital y conciencia cívica en general. En la medida en que somos cuidadosos de nuestra imagen, que somos cuidadosos del uso de nuestro tiempo, de nuestro entorno, de la utilización que le damos al celular, de la manera que interactuamos con los demás y las demás, pues estamos menos vulnerables”.El experto recomendó desconfiar de perfiles con fotos que parezcan de revista, no enviar dinero y/o regalos a enamorados o a aquellas personas que pretenden estar en una relación sentimental pero que no se han visto físicamente, evitar compartir datos e información personal con desconocidos y no participar en supuestas oportunidades de negocio e inversión.“También vigilar que la gestión de nuestras plataformas implique la gestión de contraseñas robustas, que contenga letras, números, caracteres especiales, así como actualizar nuestras aplicaciones en el teléfono, aplicar configuraciones de privacidad y ser conscientes de las amenazas que hay en el entorno digital como lo hemos dicho desde hace seis años”, concluyó Guerrero Chiprés.La Ley Olimpia en Jalisco establece penas de prisión que van desde uno hasta ocho años, además de multas de 1000 a 2000 unidades de medida y actualización, es decir, entre 100 mil y 200 mil pesos en daños y perjuicios.En tanto, las penas de prisión para el delito de fraude pueden variar dependiendo el caso, sin embargo, en el Código Penal Federal se establecen condenas que empiezan desde los tres días y pueden ir hasta los 12 años.NA