Servicios esenciales, como la banca digital, la alimentación o la salud, se basan en conexiones en línea, lo que permite a los consumidores poder adquirir casi cualquier tipo de productos y servicios. Debido al alto grado de dependencia tecnológica de la sociedad actual, una pérdida de conectividad nos impediría realizar pagos y transacciones económicas, limitaría nuestra capacidad de comunicación e, incluso, nos podría llegar a impedir seguir desarrollando nuestra actividad profesional, explica Francisco Pérez Bes, Socio de Derecho Digital en Ecix Group.A pesar del diseño original de Internet, como estructura descentralizada (como "red de redes") y resiliente, la creciente dependencia de determinados agentes privados y el incremento de servicios basados en la centralización, han hecho aumentar la probabilidad de que se produzcan fallos en el funcionamiento de Internet, lo que podría tener consecuencias, en muchos casos, devastadoras, señala Pérez Bes.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp aquí: https://whatsapp.com/channel/0029VaAf9Pu9hXF1EJ561i03MV