Ayer, el Centro Interpretativo Guachimontones (CIG) “Phil Weigand” fue el escenario donde se llevó a cabo la jornada cultural “Hallazgos en Guachimontones: restauración arqueológica y nuevas lecturas de identidad”, que abrió con la develación de la “Olla Tejuinera”, una pieza arqueológica de gran formato que fue entregada al CIG tras su restauración, pues era utilizada hace siglos por gente del lugar para preparar tejuino, bebida tradicional de la región.Este acto protocolario fue encabezado por Lourdes González, Secretaria de Cultura de Jalisco; Miriam Villaseñor, Directora General del OPD de Museos, Exposiciones y Galerías (MEG); Ana Bárbara Casillas, Coordinadora General Estratégica de Desarrollo Social, e invitados de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). En palabras de Villaseñor, con este evento “cierran las actividades por el Día Internacional de los Museos” que, bajo el lema “el Poder de los Museos”, aboga por el “rescate, conservación y difusión” del patrimonio cultural, para así “generar experiencias significativas para los visitantes, suscitar interés y compartir conocimientos” de los acervos, que ayudan a “comprender nuestro pasado, imaginar el presente y el futuro”.Por su parte, Lourdes González refirió que esta “develación largamente esperada” se da “como resultado del trabajo del organismo de MEG y la ECRO”, pues después del hallazgo de la pieza en 2008, “más de diez años después regresa” como fruto del “enorme trabajo y determinación” de los estudiantes de la ECRO y el Dr. Rodrigo Esparza, por ello es “un esfuerzo materializado para la conservación de nuestro patrimonio”.Ana Bárbara Casillas, en su oportunidad, destacó “el trabajo conjunto realizado por más de 15 años” para la intervención de la pieza y su “increíble restauración”, en la que trabajaron varias generaciones de la ECRO”. Luego de la develación, a las 11:00 horas se realizó una conferencia donde el Dr. Rodrigo Esparza, de El Colegio de Michoacán, y la Mtra. Cecilia González, de la ECRO, hablaron sobre el “hallazgo de la ‘Olla Tejuinera’ y el proceso de restauración en la ECRO”; así, la maestra González, que da clase en segundo semestre sobre restauración de cerámica, dijo que “la olla entró en 2010 a la escuela, para un servicio social y se entregó en diciembre de 2021; nueve generaciones intervinieron la pieza (sin contar la pandemia) y nos ayudó a aprender sobre cerámica monumental y su restauración: una experiencia formativa”.De acuerdo con un conteo real de tiempo, “la olla se intervino nueve semanas por año y, así, se trata de 18 meses totales, aunque fue muy minucioso por el grado de deterioro de la pieza (el tejuino es material ácido y ataca directamente las paredes interiores de la cerámica), que ahora regresa a un contexto y permite entender un periodo histórico en la entidad”. Esparza comentó que la “pieza aporta evidencia de que el tejuino ya estaba presente en la época prehispánica, entre el 1100 y el 1500 después de Cristo, en el periodo Post Clásico, y su uso no era sólo ritual sino de cohesión social, las familias elaboraban grandes cantidades en ollas grandes para contribuir a las fiestas”.Esta olla, su restauración y recuperación, se inscribe en un contexto donde el INAH es institución responsable, señala Esparza, “pero no se da abasto para todos los sitios arqueológicos, así que los gobiernos deben ser cómplices de la investigación y preservación de los mismos; sobre todo en el Occidente de México, una zona saqueada y desprotegida”. Las actividades concluyeron en el CIG con la realización, a las 12:45 horas, de una conferencia con Christopher Beekman y Camilo Mireles, llamada “Nuevos hallazgos en Loma Alta, cerámica y lítica”. Después, se llevó a cabo un recorrido por la zona arqueológica.
