Con el apoyo del Ministerio de Cultura de España y Acción Cultural Española (AC/E), ayer se llevó a cabo la charla “Sangre fresca: la novela criminal para los jóvenes”, que formó parte de las actividades de FIL Joven de la 38 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la cual contó con la participación de los escritores españoles David Lozano y Care Santos, quienes en sus novelas han explorado el lado más oscuro del ser humano.La novela negra, un género que ha fascinado a chicos y grandes por generaciones, ha logrado mantenerse en la mente colectiva, captando una mayor atención en los jóvenes, un público que ambos escritores conocen bien y con el que han compartido sus obras a lo largo de años.Para Care Santos la llegada al mundo de la novela negra fue por intereses que no tenían mucho que ver con el género: “Yo llegué a escribir mi novela Mentiras por un caso real sobre un joven de 15 años acusado de homicidio; saber de su caso abrió en mí la necesidad de escribir, también investigar más sobre los crímenes perpetrados por menores y los reclusorios a donde son llevados”, dijo.En el caso de David Lozano, siempre hubo interés en el tema del crimen y la novela negra: “El género tiene ingredientes que hacen que sean atractivo para los jóvenes; la emoción del peligro, por ejemplo; otro ritmo narrativo, puesto que tenemos que dosificar la información, buscar pistas, lo que obliga al lector a seguir leyendo. Estas novelas no te dejan descansar”.Sobre los procesos creativos, David comentó: “La documentación es parte de mi proceso. Desde que tengo la idea hasta que escribo la página uno, trabajo. La verosimilitud es muy importante, necesito que el lector se crea lo que lee, por lo que prefiero situaciones de riesgos reales para mis personajes. Cuento con el apoyo de profesionales para crear situaciones reales. Improviso muy poco y el final lo tengo previsto desde mucho antes”.En Care Santos sucede algo muy similar: “Hay que tener profesionales cerca. También tener creatividad al momento de crear escenarios. Escribir una novela es como un secreto que se va revelando poco a poco. En este género las pistas y los suspensos van llegando poco a poco. Yo armo todo desde un principio y voy haciendo pruebas con personajes y sucesos”.Finalmente, los autores retomaron el tema de la atmósfera, el cual abordó en primera instancia Santos, autora de las novelas El tango del perdedor y Mentira: “Mis novelas surgen de periódicos y noticias conocidas y reales. Para mí, los personajes dictan los espacios, dónde viven, dónde se desarrollan y qué es lo que hacen dentro de ellos”.Por su parte, para Lozano, que escribió y publicó El último huésped y El ladrón de minutos, el caso es muy diferente: “La emoción en una novela tiene que ver con los hechos y la atmósfera, por eso para mí elegir los escenarios es fundamental. La noche, por ejemplo, puede jugar con el misterio y el crimen. Hay muchos espacios que me exigen crear una historia”.Ambos autores coincidieron en que la complejidad del ser humano y del subconsciente son parte de la creatividad al momento de escribir.