Sábado, 21 de Diciembre 2024

Fanny Alegría, una amazona del boxeo

Conoce la historia de una campeona en ascenso; disciplina y determinación han sido la clave en el camino de esta deportista

Por: Kike Esparza

Fanny Alegría. La boxeadora jalisciense peleará el próximo 25 de octubre; posa para este medio desde su lugar de entrenamiento. EL INFORMADOR/H. Figueroa

Fanny Alegría. La boxeadora jalisciense peleará el próximo 25 de octubre; posa para este medio desde su lugar de entrenamiento. EL INFORMADOR/H. Figueroa

La joven jalisciense de 24 años,  Estefany Guadalupe Alegría Osorio (Fanny Alegría), es una boxeadora profesional que ha ido abriéndose paso en este difícil y retador deporte. Con 11 victorias, cuatro de ellas por knockout, esta aguerrida deportista sigue con la firme convicción de convertirse en campeona mundial. Por lo pronto este 25 de octubre en la Ciudad de México tendrá su doceavo enfrentamiento.

En entrevista con EL INFORMADOR, Fanny resalta que en el boxeo no basta el entrenamiento físico, sino también el tener una mentalidad fuerte para lograr sus objetivos. De hecho, es estudiante de Psicología por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG). “Desde siempre me he aplicado mentalmente, pero ahora sí he necesitado el apoyo, me estoy atendiendo con un psicólogo deportivo que me ha ayudado bastante. Antes yo me sentía más desconfiada en los sparrings, me daba miedo que me tiraran, pero él me ha dicho que no tenga pensamientos anticipados, sino que tengo que fluir”.

Fanny también quiere especializarse en psicología deportiva, pero ahora mismo está estudiando desde lo general. Ya tiene tres años cursando la carrera en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS). 

“La idea de estudiar esta carrera es porque era la única que me llamaba la atención, pero considero que esta área deportiva (de especialización) sería algo interesante para mí porque yo estoy en esto como deportista, ya que yo sé cómo se siente estar en una competencia donde hay que controlar los nervios. Yo siempre he intentado encontrar un equilibrio entre el deporte y el estudio, pues entrenar te demanda muchas horas, es de alto rendimiento”.

Fanny comenzó a forjarse como boxeadora a los 12 años, inspirada por su hermano, quien se formó en ese deporte, aunque él ahora ya no ejerce. Gustavo tiene 28 años y es padre de tres hijos, quienes también son el motor de Fanny, además de su padre José, su madre Adriana y también contando con el apoyo de su novio Alberto Martínez. Y por supuesto, respaldada por su entrenador Daniel Guzmán. Recuerda Fanny que cuando niña, lo que le interesaba era pasar tiempo con su hermano, y luego de verse inmersa en el deporte del boxeo, ahora éste se ha convertido en su estilo de vida.

“Se dice fácil ahorita, pues ya he logrado algunas cosas de las que alguna vez soñé. Pero sí ha sido complicado, cuando inicié no había niñas y tampoco había competencias para mí porque era muy chica, pero a mí me gustaba este deporte. He comentado que desde niña era muy peleonera, no me gustaba dejarme de nadie, no era que yo buscara los problemas, pero simplemente me defendía. Cuando llegué al box fue por mi hermano, ya que él comenzó a entrenar, él me inspiró y me motivó para entrar a este deporte”. Sin embargo, resalta que su papá, quien es aficionado del deporte, es muy competitivo, por lo que considera que ella heredó esto de su padre, “siento que de ahí viene todo”.

“Cuando vi a mi hermano entrenar me gustó ver los movimientos que hacía. Y ahí mismo había un entrenador al que le decían ‘El Buda’, él siempre nos estimó mucho y un día me preguntó si quería entrenar en Code y pues a mí en ese momento también como que me llamaban la atención los clavados, pero en realidad mi ilusión era entrenar con mi hermano, así que yo le dije a Armando Cruz ‘El Buda’, quien ya falleció, que mejor el box… Así que un lunes me presenté  a entrenar y de ahí surgió el amor por este deporte”. 

Luego, cuando por fin vio a mujeres entrenar, también se inspiró por ello, le llamó la atención que se vieran rudas, de inmediato se sintió identificada, “yo quería ser como ellas, para mí fue una gran motivación verlas, porque se veían muy bien tirando los golpes”.

Apoyo. (De izquierda a derecha) Alberto Martínez, novio de Fanny; el señor José, padre de la boxeadora, Fanny y su entrenador, Daniel Guzmán. EL INFORMADOR/H. Figueroa

Mayor expansión

Refiere también Fanny que el boxeo femenil ha crecido mucho en cuanto a técnica y participación, “lo único que no aumenta es la paga (risas). Sin embargo, yo tengo fe en que algún día va a crecer lo monetario, porque la verdad es que las mujeres hoy en día han crecido bastante. Se les nota en el físico y eso da a entender que el boxeo femenil se ha ido fortaleciendo”. 

Si bien nota el auge de las boxeadoras en Estados Unidos y Londres, destaca que también las mexicanas son muy buenas y aguerridas.

En cuanto a cuestiones de machismo, resalta que en un inicio escuchaba comentarios entre hombres sobre “cómo te va a poner las manos esa niña”, pero resalta que esto a ella la motivaba a sentirse más fuerte. “A mí siempre me gustaba ponerme al tú por tú con los hombres, aunque sé que por genética son más fuertes que yo, pero siempre esta fue mi mentalidad y lo que me ha hecho estar donde estoy, pues honestamente a veces los hombres son flojos y no quieren esforzarse, pero ya cuando ven a una mujer que los sobrepasa, es cuando ellos sacan la casta. Pero ya al día de hoy el boxeo femenil ha crecido bastante y creo que ya no hay tema con esto (del machismo), si acaso con personas mayores que aún no ven bien esto”.  

Además, confiesa que si alguien más se interesa en desarrollarse en una disciplina deportiva, debe saber que los sacrificios son muchos. Por ejemplo, Fanny se levanta diariamente a las 05:00 de la mañana para preparar sus comidas, pues lleva una dieta, “sobre todo cuando voy a pelear; en la dieta tengo que comer sólo lo que es y todo debe de ir pesado. Luego que me alisto, llego al Code a entrenar a las 06:00 de la mañana, esto me lleva aproximadamente dos horas y media porque también tengo que irme a la escuela y de ahí regreso de nuevo a entrenar cerca de tres horas. Luego,  llego a mi casa a preparar comidas, hacer la tarea y también descansar, porque  a veces el día no me rinde nada aunque trate de hacer todo”.

Metas claras

Si bien su meta es ser campeona mundial, Fanny va paso por paso. “A mí siempre me gusta trazarme objetivos a corto plazo. Y ahora lo que me interesa es ganar esta pelea, es lo que mantiene con la vista enfocada, pero claro que también me gustaría ser campeona mundial, esto es a mediano plazo, porque no dudo que se me dé la oportunidad de disputar pronto un campeonato mundial, porque yo me encuentro en el ranking número dos de México y seis del mundo, así que también hay que estar preparados para ello, pero siempre me gusta enfocarme en lo que venga, no en lo que va a suceder porque en un ratito pasan muchas cosas”. 

En su camino, marcas como Granvita, firma mexicana de avenas y granolas, también ha impulsado a Fanny. “A través de mis patrocinios puedo seguir avanzando, porque en abril fue que yo tuve mi última paga (es decir, en su última pelea) y desde entonces ya no conté con este recurso”, hasta ahora que peleará de nuevo en este combate en la Ciudad de México. “Y claro, también el apoyo de los papás es muy importante, ellos son los principales patrocinadores, sin su apoyo, no estaríamos aquí”. 

Si alguien está interesado en ser parte del crecimiento de Fanny, pueden contactarla en su cuenta de Instagram @estefany_ao.

Fanny Alegría tiene marca de 11 victorias y 0 derrotas.EL INFORMADOR/H. Figueroa

Va por todo

El próximo viernes 25 de octubre, Fanny viajará a la Ciudad de México para su próxima pelea, la cual será televisada a través de TUDN, en punto de las 21:00 horas. El enfrentamiento será con su colega Naza desde Xochimilco. “Será mi doceava pelea, será a ocho rounds en el peso minimosca. El enfrentamiento es para mantenernos en activo, yo tengo desde el mes de abril que no peleo. Me siento un poco nerviosa porque la inactividad sí merma, aunque siempre esté entrenando, esto no es lo mismo a un combate oficial”.

Expresa que el entrenamiento para una pelea cambia mucho en comparación a las rutinas diarias que practica. “En la Ciudad de México hay más altura, por ende, tiene que ser más la intensidad y trabajar al doble. Además, también se trabaja mucho en la táctica de la boxeadora, es decir, ver cómo pelea ella para adaptarme a su estilo”.

Además, está lo mental. “Para mí esto representa mi 100%, porque si no estás bien mentalmente, no puedes estar bien en los entrenamientos y exigirte. Sobre todo es el levantarte, porque una acaba cansadísima y de nuevo hay que pararse temprano a entrenar, no tienes de otra. Hay que tener la mente bien fija en el objetivo”.

Tapatío

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