Conforme fueron pasando las semanas, el fenómeno Trevor Bauer tomó una fuerza irrepetible. Dentro y fuera del diamante, lo hecho por el lanzador estelar de los Diablos Rojos del México estaba en boca de todos.El ganador del Cy Young en Grandes Ligas llegó a México con la incertidumbre de saber qué beisbol se iba a encontrar. Al final se enamoró y terminó coronándose con la novena escarlata. Pieza más que fundamental para los Pingos.Sin embargo, su futuro en el equipo es una incógnita y ni Alfredo Harp Helú, propietario de los Diablos Rojos, sabe qué sucederá con él.“Eso no depende de mí. Vamos a tratar. Son decisiones de ellos, él es agente libre, pero está encantado de vivir en México igual que Robinson Canó”, declaró el mandamás escarlata.Cuando llegaron Canó y Bauer, la Liga Mexicana de Beisbol recibió un impacto inesperado, pero satisfactorio para todas las partes. Traerlo no fue sencillo, pero Alfredo Harp Helú lo atribuye a su hijo.“Pregúntenle a Santiago, mi hijo, pero la verdad él vio que estaba disponible y como agente libre le ofreció que viniera; él dijo ‘voy por dos meses’ y de repente se encantó con México y se quedó toda la temporada”, agregó.Bauer desde el montículo se convirtió en una atracción especial dentro y fuera de la Ciudad de México. “Donde se presentara él había lleno en el estadio y él feliz. Diablos Rojos nunca esperó que lanzará solamente en México. Fue un gran espectáculo para mejorar la calidad de nuestro beisbol”, concluyó Harp Helú.