Jueves, 18 de Julio 2024

Piensa que es un MX-5

Grande, potente y pesada, la nueva SUV japonesa no debería ser tan ágil, pero lo es

Por: El Informador

Una obra maestra de lujo y confort. CORTESÍA

Una obra maestra de lujo y confort. CORTESÍA

Con 5.1 metros de largo total, 2.6 toneladas de peso y 1.74 metros de altura, la CX-70 es obviamente un vehículo grande, lo que casi siempre es sinónimo de torpe. El detalle es que no, la nueva Mazda puede ser criticada por otras cosas, pero no por mal manejo o desempeño.

Sí, la CX-70 es la CX-90 con una fila menos de asientos o “casi”. Este “casi” se debe al hecho de que en México llega con el motor con 60 HP menos y también con menor cantidad de equipo. Pero la carrocería es igual, lo que la deja en una posición única en el mercado, para no decir, rara.

Claro, hay SUVs grandes de dos filas en el mercado, como la Ford Edge, la Jeep Grand Cherokee o la Chevrolet Blazer. Pero ninguna rebasa los cinco metros de largo. La que más se acerca es la Jeep, con 4.90. También es única por detalles mecánicos como la plataforma de tracción trasera y el motor de seis cilindros en línea que, de nuevo, la acercan más a la Jeep aunque ésta, en México, no tenga el motor Hurricane de seis cilindros en línea.

Por supuesto que el espacio es abundante para todos, principalmente en la cajuela, con 1.131 litros de capacidad. Los acabados excelentes como en todo Ma. Cuenta con CarPlay y Android Auto inalámbricos que, desafortunadamente, es mejor usar cables o se desconectarán cada rato.

Tiene quemacocos sencillo, asientos de piel, consola con apertura dividida que abriga dos puertos USB C y atrás se puede controlar también el aire acondicionado.


Manejo para entusiastas

El conjunto mecánico es excelente, pese a que la potencia es de sólo 280 HP. La caja automática de doble embrague y ocho cambios también funciona bien, pero cuando se calienta por el manejo normal, puede generar ciertos brincos, más que nada en cambios descendentes, algo que sólo se percibe en ciudad.

En carretera la CX-70 se siente en casa. Es rápida y estable. La suspensión, que en ciudad puede parecer un poco más rígida de lo que le gustaría al que busca confort sobre todas las cosas, hace que en las curvas la inclinación de la carrocería sea mínima, para ser el auto que es. Y resulta ese vehículo preciso, con gran capacidad de rebase, con una dirección rápida y comunicativa y un motor cuyo turbo lag es obviamente mucho menos perceptible que en zonas urbanas.

La seguridad está cubierta por frenos ABS, siete bolsas de aire, alerta de tráfico cruzado, frenado automático de emergencia, control de crucero adaptativo, monitoreo de punto ciego y de cambio de carril, así como control de luces en carretera.

La CX-70 es un vehículo agradable en la gran mayoría de los casos, pero la calidad de marcha mejoraría mucho con rines de 20 o 19 pulgadas en lugar de los de 21 que tiene. Con su equipo original en México, pensamos que su mayor rival cuesta exactamente 100 mil pesos más (su precio es de un millón 38 mil pesos), tiene techo panorámico en lugar de quemacocos, 60 HP a más y una tercera fila para alguna emergencia: se llama CX-90. Como está, la CX-70 es una SUV que se siente un MX-5.

CT

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