La depreciación del peso frente al dólar en los últimos días, que ha superado la barrera de los 20 pesos, se debe principalmente a cuestiones políticas que han generado incertidumbre por la inestabilidad, afirmó Claudia Ampudia Márquez, investigadora de la Universidad Panamericana.La académica explicó que la caída del peso comenzó tras las elecciones del 2 de junio y el anuncio de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, sobre su apoyo a la reforma judicial propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador: “Los inversionistas y empresarios ven riesgo político en el Plan C, y cuando predomina el riesgo político, se genera mucha incertidumbre. A partir de que Sheinbaum gana las elecciones en junio, se observa una acentuada depreciación del peso, y esto tiene que ver con cuestiones políticas”.Ampudia Márquez descartó que exista una fecha estimada para la recuperación del peso mexicano, señalando que todo dependerá de la política económica que Claudia Sheinbaum implemente cuando asuma la presidencia. “Es una incertidumbre total porque dependerá de las medidas de política económica que tome Sheinbaum al inicio de su Gobierno. No hay mucha claridad al respecto; también influirá la relación con Estados Unidos”.Además, mencionó la posibilidad de una recesión debido a la reducción en las perspectivas de crecimiento económico del Banco de México, sumado a la caída del precio del crudo mexicano y las discusiones en la Cámara de Diputados.Nora Ampudia Márquez recordó otras ocasiones en las que el peso mexicano se depreció notablemente frente al dólar, como la crisis de 1994-95, el atentado contra las Torres Gemelas en 2001, la crisis económica mundial de 2008, el Brexit, la crisis del euro, y la pandemia de COVID-19, que llevó el peso a cotizar hasta los 25 pesos por dólar.En cuanto a quiénes ganan con la depreciación, la académica señaló que los exportadores y quienes reciben remesas son los más beneficiados, mientras que los importadores son los más afectados, ya que deben pagar más por las mercancías que adquieren del extranjero. El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Julio Carranza, dijo que se debe atender la reacción que ha tenido el mercado en medio del proceso de aprobación de la reforma al Poder Judicial y evitar sorpresas en la economía.“Evidentemente, la volatilidad del tipo de cambio quiere decir algo. Hay que atender lo que nos está diciendo el mercado. Eso no significa que México se vaya a detener, México va a seguir adelante. Este es un país muy grande. Tenemos una oportunidad demográfica que la tienen muy pocos países en el mundo”, dijo.Entrevistado después de la inauguración de la Semana Nacional de Educación Financiera 2024, el presidente de la ABM dijo que el sector ha sido muy claro al apoyar una reforma judicial en el país; sin embargo, el Senado tiene que revisar varios aspectos que no han quedado claros y han inquietado a los empresarios. “Vendrán las reglas secundarias en donde también se puede aprovechar para afinar muchos detalles. Que escuchemos al mercado para que no vayamos después a tener sorpresas”, dijo.Sobre el tipo de cambio, el presidente de la ABM recordó que cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo el tipo de cambio estaba en 21 pesos y después bajó a 16.30 pesos, con lo cual el país tiene una gran fortaleza con un tipo de cambio flotante.El Universal La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) perdió ayer 0.29% para ubicarse en 51 mil 661.48 unidades, y sumó su segunda caída en cuatro sesiones en lo que va de la semana, en una jornada con pérdidas a nivel global.El acumulado en las dos sesiones en negativo es de -2.01%. “El mercado de capitales cerró la sesión con pérdidas a nivel global”, explicó la directora de Análisis Económico y Financiero del Banco Base, Gabriela Siller. CT