Viernes, 22 de Noviembre 2024
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Un abrazo de sabores en la mesa

Los chefs Íñigo Urrechu y Gerardo Rivera presentaron “Sabores desde el Corazón”, con un menú que estará disponible en el hotel Fiesta Americana Grand, hasta el 12 de noviembre

Por: Francisco González

Íñigo Urrechu. El ganador de tres estrellas Michelin compartió una velada memorable con los comensales tapatíos. EL INFORMADOR/F González

Íñigo Urrechu. El ganador de tres estrellas Michelin compartió una velada memorable con los comensales tapatíos. EL INFORMADOR/F González

“La cocina honesta siempre sabe mejor. Apostar por los sabores de la región le da autenticidad a todo lo que se prepare. Así se honra la buena cocina”. Esa es filosofía que como chefs comparten Íñigo Urrechu (España) y Gerardo Rivera (México), quienes esta semana ofrecieron en Guadalajara la presentación una experiencia culinaria llamada “Sabores desde el Corazón”.

Rivera es uno de los chefs más reconocidos y laureados de la cocina contemporánea mexicana, mientras que Urrechu cuenta con tres estrellas Michelin, el máximo reconocimiento gastronómico del mundo. La unión de ambos talentos en nuestra ciudad derivó en una cena donde los ingredientes, la cultura y el buen humor se apoderaron de la mesa, en una experiencia culinaria descomunal.

La cita fue en el hotel Fiesta Americana Grand, donde los asistentes disfrutaron una cena a seis tiempos en el que cada platillo era un abrazo de sabores entre el Viejo y Nuevo Mundo. Este menú seguirá disponible en la carta del hotel hasta el 12 de noviembre.

Róbalo blanco en salsa verde con kokotxas, uno de los más celebrados de la carta. EL INFORMADOR/F González

De buen humor, acompañados de vino español y un espectáculo de flamenco, la velada de presentación de menú fue guiada con un experto de la cocina vasca (Iñigo Urrechu) y otro profundo conocedor de la mexicana (Gerardo Rivera).

¿El menú? Una joya que se saborea con la máxima calma para permitir que se desplieguen los sabores. De entrada puede ser una degustación de croquetas caseras o unas migas de bacalao, su pil pil crema de verduras.

Otro favorito de la velada fue el briochito de txangurro y chiles fermentados con mostaza. De platos fuertes un sobresaliente róbalo blanco en salsa verde con kokotxas (bacalao) o un sabroso solomillo a la asturiana.

El remate de la noche fue un brioche con fruta escarchada, sopa de chocolate y helado; el otro postre a elegir era unos magnos dados de torrija artesana con pincelada de café con leche y su crema helada. 

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