Viernes, 26 de Abril 2024

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- “Fingir demencia”

Por: Jaime García Elías

- “Fingir demencia”

- “Fingir demencia”

Es posible que tanto a los crímenes “de alto impacto” ocurridos de un tiempo a la fecha en Jalisco -y a que aludía la nota principal de ayer en EL INFORMADOR- como a los ocurridos en todo el país en el marco de una de las campañas electorales más sangrientas -por una parte- y más insulsas -por la otra- de que se tenga memoria, quede a la medida el título del libro (acerca de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia) al que aquí se hacía referencia la semana pasada: “La voluntad de no saber”.

-II-

Se discute si tanto la crisis en el Servicio Médico Forense (la acumulación -creciente, además- de cadáveres que ni siquiera pueden identificarse) como la impunidad en que queda el 95% de los delitos que se cometen en México, se deben a insuficiencia de recursos -económicos, técnicos y humanos- o a simple incompetencia de las autoridades. Lo más probable es que haya tanto de lo uno como de lo otro.

Hay, empero, otra hipótesis: que las autoridades encargadas -en teoría- del esclarecimiento y la persecución de los delitos, lo mismo si como fruto de sus investigaciones que si merced a delaciones de testigos o de los mismos autores de los crímenes, consiguen indicios claros y aun evidencias sobre la identidad y los móviles de los delincuentes… pero al evaluar las posibles consecuencias que tendría aplicar a los criminales “todo el peso de la ley”, prefieren, como luego se dice, “fingir demencia”…

Sería, guardadas todas las distancias, hacer de la salida que se dio al “Culiacanazo” -la liberación del hijo del “Chapo” Guzmán, al que ya se había detenido, en octubre de 2019, con tal de “evitar un baño de sangre” por la previsible reacción de sus sicarios- no un recurso excepcional, aconsejado por la prudencia, sino una práctica sistemática, impuesta por la certeza de la superioridad del enemigo.

-III-

Seguramente tenía razón Luis Raúl González Pérez -a la sazón presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)- cuando dijo, en aquel tiempo, que “El cumplimiento de la ley no puede ser materia de negociación, ni las autoridades deben condicionar su actuación al grado de violencia que pueda tener (…) como respuesta de aquél al que se le intenta aplicar”.

Sin embargo, como cuando en el Congreso de los Ratones -según la fábula de Samaniego- se acordó ponerle el cascabel al gato, una cosa es decir las cosas…, y otra muy diferente, hacerlas.

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