Viernes, 22 de Noviembre 2024

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8M: de micromachismos reales

Por: Argelia García F.

8M: de micromachismos reales

8M: de micromachismos reales

Querido lector del género masculino: 

Si usted no se siente identificado con nada de esto, por favor, lea como pasa el agua en un río que no se detiene y corre con naturalidad. Si en cambio a usted le hace sentir incómodo o le hace ruido algo en estas líneas, ojalá pueda sentarse en calma (habiendo pasado ya la posible irritación) a reflexionarlo con las mujeres que le rodean y claro, sería maravilloso que lo hiciera también con los de su género. Aunque últimamente no estoy muy entusiasta y no veo que entre muchos hombres existan este tipo de reflexiones y si bien he sido testigo de unas cuantas, noto que no ven, que no ven. Los famosos puntos ciegos, pues. 

No quisiera que tampoco se sintiera obligado a nada, pero es importante que en este 8M que recién pasó, no se pierdan de vista, como sucede tan a menudo, el efecto que provocan los micromachismos que nos persiguen todo el año, todos los días, en todas sus versiones y en todas las profesiones, relaciones sentimentales, generaciones y familias. No se preocupe, quizá incluso ni siquiera los tiene en mente, ni los ha visto ni sea consciente de que usted también haya podido ejercerlos en detrimento de las féminas que le rodean y de usted mismo, porque el machismo, aunque sea micro, nos daña a todos. Y si usted es un hombre de la modernidad, viajado y estudiado que ve a las mujeres a los ojos y defiende la causa feminista, de mi parte todo el agradecimiento, y no es que dude -no me lo tome a mal-, es que hasta de hombres de la modernidad ilustrados no, ilustradísimos, no nos libramos las mujeres. Así que aquí voy, le dejo la lista que he elaborado con especial atención de ejemplos personales y que me han compartido, a ver si chicle y pega. Todos ellos, escuchados por hombres a nuestro alrededor.

1. “Los hombres no podemos dejar de ver a las mujeres que entran por la puerta en un restaurante. Es normal que lo hagamos, además algunas hasta se visten para eso. Asúmanlo y ni se molesten mejor, va a pasar”.

2. “Yo soy un hombre fiel y amo a mi mujer, jamás la dejaría porque me ha dado muchísimo y le debo lo que soy en la vida. Tengo un arreglo con ella porque el sexo no me es suficiente y además necesito una dosis de adrenalina, así que claro, tengo mis asuntos por otro lado. Bueno, no es un arreglo porque ella no lo sabe pero seguro que así estamos mejor.”

3. “Maestra, al niño le encantó su clase de prueba, pero la verdad a mi esposo le preocupa que, pues, esté en un entorno tan femenino como el ballet”. 

4. “Entre mi mujer y yo tomamos la decisión de que ella no trabaje y se dedique al hogar, para ella es muy importante estar al pendiente de nuestros hijos. Sí, claro que renunció a su carrera pero de todos modos la verdad es que nunca supo muy bien hacia a dónde iba. Y también, casi ni dinero ponía en casa. Nomás ojalá encuentre algo con qué entretenerse, una ‘vieja’ entretenida no da lata.”

5. “Por supuesto que estoy a favor de la causa feminista, pero no es necesario que destrocen la ciudad”.

6. “Si ya pasan de los dieciocho años y todo fue consensuado, no veo ningún mal en ello. Además, seguro hasta lo disfrutó, ahora sale con el cuento de que se sintió usada, nomás es por fregar y hacer quedar mal a fulano”. 

7. “Se ponen como locas cuando les baja, ni te les acerques; y luego la cosa va a peor, se vuelven unas histéricas menopáusicas. Total, no hay descanso.”

8. “No tienes por qué sentirte amenazada de que vea pornografía y comparta con mis amigos fotos de mujeres desnudas, ni que te fuera a poner el cuerno con una de ellas. Con mi deseo no te metas, mejor deberías de armarte un chat así con tus amigas”.

9. “Que una mujer se muera no necesariamente es feminicidio. Tantos hombres que se mueren y ni investigan bien. ¿Qué tal que también los mató una mujer?

10. “Yo nunca la he tratado mal, claro que si me enojo, pues grito, pero eso no necesariamente es tratar mal a alguien y además, cualquiera se puede salir de sus cabales y mucho más si ella fue la que provocó todo”.

11. “¿Quieren igualdad? Venga, pues paguen la mitad de todas las cuentas a ver si les sigue conviniendo”.

12. “Yo necesito tener todo el sexo que mi cuerpo necesita, soy hombre, la vida es corta, y uno tiene que gozar, que vivir. Si tú no das lo que yo requiero, ten por seguro, que tarde o temprano, voy a satisfacerlo con alguien más. Pero no te agobies, por ahora estoy bien.”

13. “Sé perfectamente que me estás explicando lo que sientes, pero la verdad, yo creo que exageras y no es para tanto. Deberías ver las cosas desde otro lugar, estás siendo muy dramática”.

14. “Qué gordas se pusieron varias de la generación, como que se comieron a sus hijos o a su marido. O baja de peso, o la va a acabar dejando ‘perengano’, debería de cuidarse porque así a nadie se le antoja”.

15. “Claro que ahora que nos divorciamos va a tener que trabajar. Sí, estuvo al cuidado de los hijos y por eso se merece una liquidación, es la madre de mis hijos y no la voy a dejar en la calle”.

16. “Se fue con otro, faltaba más que yo sostuviera ahora también al pobretón con el que se fue la muy…”.

17. “Mal se van a sentir cuando ni un albañil les chifle”.

18. “Yo jamás lo dije con esa intención, tú te sentiste así porque quieres. Malinterpretas siempre todo a tu antojo”.

19. “Yo te hago el favor de no traer a la casa los problemas de mi vida o del trabajo, deberías de actuar igual. ¿No puedes dejar de lado el drama? Yo no soy tu amigo, mejor recurre a tus amigas para estas cosas”.

20. “Si sabes que no estoy en un buen momento, ¿por qué vienes a pedirme cosas de la relación? También tú, tienes que aprender a medirle. Y si me equivoqué, pues ya, déjalo pasar, aprende a perdonar. En cambio lo que tú hiciste, no tiene perdón, pero estoy aquí porque te quiero demasiado y nadie te ha querido como yo”.

Ojo, ninguno de estos ejemplos y la lista interminable con la que se podría publicar un libro (uno más sobre el tema), generalmente se sienten como amenaza en ese momento. Pero para ambos géneros, presenta, al tiempo, una desconexión de su propia existencia y lugar que ocupa en el mundo. Todos somos víctimas del machismo, todos somos víctimas también de estos micromachismos, ojalá pudiéramos hablar de ellos con la misma vehemencia con la que atajamos otros temas. La reconstrucción de un nuevo sistema donde ambos géneros coexistan desde la equidad es posible. Me queda la esperanza, sino para mí, para las futuras generaciones.

Queda de tarea… 

argeliagf@informador.com.mx • @argelinapanyvina

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