Fiel a su estilo iracundo y de confrontación, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez presentó un informe en materia de seguridad donde festina que hay una reducción significativa de la incidencia delictiva en Jalisco, y al final regaña e insulta a “algunos medios” y “opinadores profesionales” y políticos en activo por no compartir su narrativa de un Estado en tranquilidad. El pasado 1º de noviembre, Enrique Alfaro presentó el V Informe de Seguridad donde aseveró que “el Estado está en el mejor momento de seguridad de los últimos años según el Sistema Nacional de Seguridad: bajaron los delitos 60 por ciento, homicidios 21.2 por ciento, 38 por ciento feminicidios y disminuyó la percepción de inseguridad según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU)” que presenta el Inegi trimestralmente. En octubre de este año, 61.6 por ciento de los jaliscienses se sentían inseguros.Al final, al hablar de la percepción de inseguridad, el gobernador lanzó críticas a distintos medios y periodistas, entre ellos a El Informador: “A pesar de la embestida que algunos medios, algunos medios, yo no generalizo, han emprendido no en contra del Gobierno sino en contra de Jalisco, con mentiras y con una apología de la violencia que da pena; algunos opinadores profesionales que son verdaderamente grotescos, que han dicho de todo, ¡todos los días!, no se dedican a otra cosa más que a eso, por supuesto, a medios que le parece que le tienen rencor a nuestro Estado, ¡todos los días!”.Hay varias mentiras en este párrafo del gobernador: ni hay embestida, ni se ha emprendido campaña en contra de Jalisco, ni se hace apología de la violencia, ni se le tiene rencor al Estado, como señala el gobernador. En todo caso lo grotesco es querer negar una realidad de inseguridad que sienten dos de cada tres jaliscienses, según la misma encuesta del Inegi. Escribo sobre este comentario del gobernador porque me parece equivocada su política de querer negar las distintas crisis de inseguridad que vive buena parte de la población de Jalisco y porque al regañar a medios y opinadores profesionales, el gobernador presentó dos columnas que publiqué en este mismo espacio. La primera fue “La guerra informal en el norte de Jalisco”, del 9 julio de 2022 y la segunda, “¿Jalisco en paz?”, publicada el 4 enero de este año. En la primera comentaba sobre las denuncias que dos obispos (el de Zacatecas y de Guadalajara) hicieron sobre retenes de las delincuencia organizada en municipios entre los límites de Jalisco y Zacatecas. En la segunda columna critiqué que el gobernador afirmara que existe paz en la mayoría del Estado a pesar la de inseguridad en el norte de Jalisco, especialmente en Colotlán luego de que cuatro personas (las hermanas Daniela y Viviana Márquez Pichardo; su prima Irma Paola Vargas Montoya; y José Gutiérrez Farías, novio y prometido de Daniela) desaparecieran luego de salir a pasear a una localidad de Zacatecas. Lamentablemente fueron encontrados sin vida días después. Ambos sucesos, los retenes y las desapariciones en el norte del Estado, fueron denunciados por varios pobladores e incluso ameritaron movilizaciones de la población de Colotlán. En ningún momento se mintió o se escribió sobre ellos porque exista un “rencor” en contra del Estado. El gobernador acomoda sus cifras para presentarse como un gobernante eficaz y exitoso, pero al mismo tiempo tiene una política de negar las distintas crisis que aquejan a parte importante de la población. ¿Cómo se puede negar una crisis por desaparición de personas cuando en Jalisco existen cinco veces más desaparecidos que dejó una sangrienta dictadura como la de Pinochet en Chile en la década de 1970? ¿Cómo se puede presumir y hacer propaganda en materia de seguridad cuando hay madres que tardan dos años o meses para que les identifiquen y regresen los cuerpos de sus hijos en el Servicio Forense? ¿Cómo se pueden presumir cifras cuando la mayoría de las mujeres salen con temor al acoso o las violencias en las calles de la ciudad? El gobernador puede pelearse y descalificar a los medios y periodistas que quiera, pero lo que no puede es negar la terca realidad que existe en Jalisco, aquella que dice que dos de cada tres jaliscienses se sienten inseguros. rubenmartinmartin@gmail.com