El que el desempeño en esta temporada 2024-2025 de la Liga Mexicana del Pacífico sea distinto al vergonzante que fue el que tuvieron en las últimas campañas, tanto en el circuito beisbolero profesional jugándose en primavera-verano como en la actual máxima competencia invernal, es un anhelo que la noble afición que aún respalda y apoya a Charros de Jalisco aún tiene esperanza en que llegue a cumplirse, pero ello inicia desde que el arranque de la agenda ordinaria sea pleno de entrega, pasión y visos de éxito, pues la fanaticada está a disgusto de que en las más recientes campañas su querido equipo haya finalizado entre los peores conjuntos del certamen, sin posibilidad siquiera de avanzar a la Postemporada.Pero no obstante el optimismo en cuanto a que esta temporada pudiera ya ser la que marcare una nueva etapa exitosa, es lamentable que el inicio de los albiazules ha sido nuevamente pobre en resultados sin que haya visos claros de que pronto su panorama se torne más alentador.En ese contexto es como regresan mañana a ver acción en su casa del Estadio Panamericano de las calles de Santa Lucía en la Colonia Tepeyac de Zapopan para recibir la visita de los Sultanes de Monterrey, en serie a celebrarse del martes al jueves 7 del presente. Esto luego de haber sucumbido en su más reciente duelo serial frente a Cañeros el pasado fin de semana allá en Los Mochis.Los campiranos albicelestes jaliscienses siguen dando tumbos, y se ubican prácticamente en el fondo de la tabla de posiciones, con un número muy escaso de victorias y ante un alud de derrotas que casi doblan a los éxitos. De ahí que se encuentren urgidos de ganar la serie ante los regiomontanos y si es por barrida mejor, ya que aunque parezca “un sueño guajiro” en teoría tienen cómo y con qué lograrlo.Se comentó que dadas sus malas participaciones en los certámenes de invierno y verano, el revulsivo tendría que darse desde el escritorio. Pero no fue suficiente el que se despidiera al gerente deportivo Raymundo Padilla, quien seguramente culpa tiene, pero no toda ya que depende de una directiva en la cual hay un director general, un presidente ejecutivo, un asesor y un presidente del consejo que al parecer tienen que consensuar junto con el responsable deportivo y con el propio mánager los asuntos técnicos para que esto funcione.Es decir, no bastaba la salida de Ray Padilla, que hay que decirlo, dejó un balance positivo tras los varios años encargado del tema técnico, sino que se requería un trabajo más profundo, sobre todo para buscar los elementos necesarios para fortalecer un staff de lanzadores y volverlo sólido, a fin que realmente viniera a darle fortaleza a lo que ya se tiene y que nunca se ha dejado de tener, una buena capacidad ofensiva, por más que en muchas ocasiones se dejan, por falta de bateo oportuno o de estrategia eficaz, muchos Charros en los senderos y no llegan a tierra prometida y por ello se pierden muchos cotejos.Así ocurrió en el verano, donde Charros no calificó siquiera a Playoffs y algo similar está ocurriendo en este momento en la campaña actual del beisbol invernal, ya que los fallos no solo han sido en el pitcheo abridor o de relevo sino también a la hora de intentar producir y los juegos se ganan anotando más que los rivales y obviamente eso implica tener mejor bateo y estrategia además de permitiendo daño de los antagonistas.Lo cierto es que aun se está a tiempo para que se pongan las pilas y se busque cómo fortalecer el pitcheo. Ojalá pronto volvamos a tener Charros de excepción y que la afición regrese a darle gran vida a cada cotejo.
