Con algunas sorpresas culminaron los cotejos correspondientes a la fase denominada “Round Robin”, en esta que es la edición 66 de la Serie del Caribe.En consonancia con su buen desempeño, arribaron a la Final los conjuntos representativos de Venezuela y República Dominicana, habiéndose adjudicado estos escuadrones el respectivo boleto tras imponerse en Semifinales, los quisqueyanos, a Panamá, llegando a su quinta Final consecutiva, en tanto el equipo de Venezuela hizo bueno el pronóstico al vencer al aguerrido equipo representante de Curazao. Pero lo que sí ha llamado la atención ha sido la inesperada eliminación del representativo mexicano y aún más la del otrora poderoso conjunto puertorriqueño, que esta vez se despidió bastante temprano del certamen. Y si de sorpresas hablamos, ahí está Panamá, que logró colarse a la Semifinal, y el equipo representativo de Curazao, que también se ubicó entre los cuatro mejores de la competencia, y que hoy se medirán por el tercer lugar. Por otro lado, habrá que hacer un primer análisis posterior a la eliminación del conjunto mexicano que, aunque se despidió con victoria frente a su similar nicaragüense (el peor equipo del torneo apenas superado por México y Puerto Rico), debe ser motivo de revisión esa pobre participación y ubicarla en su real dimensión como una de las sorpresas desagradables y, hasta diría yo, bochornosas para la representación azteca.Y es que, efectivamente, sin ser el equipo más malo y no poderse etiquetar como un torneo totalmente fallido, sí quedan a deber los integrantes del seleccionado que representó a nuestro país en la Serie del Caribe.Como ya se vio, faltó contundencia en la eficacia del bateo, ya que no hubo batazos oportunos en muchas ocasiones para remolcar a la registradora a peloteros que pudieran haber anotado y haberle dado otro cariz a los cotejos en que hubo derrotas. Salvo alguna excepción, la carga de la falla del pitcheo la tiene el pitcheo de relevo, y ello sin dejar de señalar el incidente lastimoso del cotejo número tres donde se llega ganando a la última entrada 3-1 y se pierde; primero por la falta de carácter, sea del mánager Juan Gabriel Castro o del representante o delegado de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), que no supieron imponerse y defender los derechos del conjunto mexicano, habiendo incluso podido abandonar el campo de juego evitando el atropello, pero también el notable error del propio mánager al no haber enviado a calentar, como suele ser, a dos posibles cerradores, dado que es normal que pueda fallar uno y siempre se debe tener a la mano una segunda opción, y en este caso hubiera sido ideal que Jake Sánchez hubiera estado listo por si acaso, y como fue el asunto, tuvo que entrar de emergencia un lanzador con el brazo frío, y la historia está dicha: México perdió el cotejo que fue crucial para sus aspiraciones.Y en ese mismo análisis, deberá seguirse revisando la conveniencia de que sean tantos los refuerzos, en ocasiones igual o más que los del roster del equipo que resultó campeón de la campaña en la LMP o si deben ser como el resto de los países, que es prácticamente el campeón con muy pocos refuerzos el que acude a la cita caribeña. Asimismo, habrá que revisar el esquema de administración por parte de la Liga Mexicana, del conjunto, y además revisar la reglamentación y en este caso también la actuación inadecuada por parte de la autoridad de la Confederación de Beisbol del Caribe.Queda, pues, para otra ocasión el tener otra copa para México, la última fue en 2016 con Venados de Mazatlán, en esa ocasión, con muchos más peloteros de ese equipo que de refuerzos, se alzaron con el triunfo en República Dominicana; en el caso de Naranjeros de Hermosillo, o la mitad de los de Hermosillo que no logran esto, quedan en mala posición. Habrá que esperar, tanto para esa franquicia mexicana y como para la nación, el que en Mexicali el próximo año puedan ser exitosos.bambinazos61@gmail.com