En Maravatío el narco ya votó. Maravatío es más que un pueblo, es una de las ciudades medias de Michoacán, una de las más importantes del sureste de ese Estado por su posición estratégica. Por ahí pasa la carretera 15D, la que comunica a Guadalajara y a Morelia con la Ciudad de México. A Maravatío lo riega y lo hace fértil el alto Lerma, y es vecino de los estados de México y Guanajuato. Como cientos de municipios en todo el país, Maravatío se prepara para elegir a sus autoridades municipales el próximo 2 de junio, con la diferencia de que ahí las balas ya hablaron y el crimen organizado se ha abrogado la capacidad para definir quién puede ser candidato y quién no, quién vive para contarlo y quién es silenciado para siempre. Con diferencia de siete horas, fueron asesinados los precandidatos del PAN, Armando Pérez Luna, y el de Morena, Miguel Ángel Zavala Reyes. A los dos los mataron mientras se trasladaban en sus respectivos vehículos muy cerca de donde vivían. Fue el mismo modus operandi, el equivalente a una firma. En octubre pasado fue levantado y desaparecido el fundador y líder de Morena en Maravatío, Dagoberto García Rivera, quien era el principal prospecto para competir por ese partido. No tiene caso preguntar: no hay ningún detenido.Tan solo en lo que va del año,13 políticos relevantes en sus municipios o posibles candidatos de diferentes partidos a alcaldes o diputados han sido asesinados por el crimen organizado. La violencia ha pegado parejo a todos los partidos. Las víctimas eran de Morena, PAN, Verde, MC, PRD y PRI. Igual le han pegado al Frente Amplio que a la Coalición. Lo que tienen en común es que quien manda en ese territorio no es el Estado mexicano, sino otros, unos aquí, otros allá, pero siempre otros.La novedad con respecto a otros procesos electorales es que los afectados ya no son sólo los pequeños municipios aislados del mundo. Hoy sucede en ciudades medias y en los municipios suburbanos de la Ciudad de México; en zonas aisladas de Chiapas y Guerrero o en ciudades de importancia regional como es Maravatío en Michoacán, Mascota en Jalisco, o Fresnillo en Zacatecas. Sí, parafraseando a John Lennon, el mundo es todo aquello que pasa mientras nosotros estamos entretenidos viendo y discutiendo la mañanera. En el mundo real, en los territorios abandonados por los gobiernos, el federal y los estatales, hay comunidades donde el voto, como hace cien años, lo deciden las balas. En el siglo pasado eran los caciques; ahora les llaman jefes de plaza. La regresión democrática y la perdida de libertades es real. Eso que pasa allá, en esos lugares que vemos geográfica y culturalmente lejanísimos, nos afecta a todos.diego.petersen@informador.com.mx
