Un caso sin parangón en México, al menos en la historia reciente, es el inclemente y feroz acoso que ha padecido un conocido periodista por parte nada menos que del hombre más poderoso de este país. El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido voraz en la persecución de Carlos Loret de Mola, quien no con pocas dificultades ha podido resistir el embate. Pero el asunto debe interesar y preocupar a todos, especialmente después que paulatinamente el actual gobierno ha ido restando elementos de defensa a todos los mexicanos. El primer Mandatario de la nación ya comenzó por reformar la Ley de Amparo, y se perfila obtendrá un poder máximo si logra la mayoría calificada en las Cámaras; pues podrá, sin que nada ni nadie se interponga, modificar leyes y hasta la propia Constitución. No es asunto menor.El pecado de Carlos Loret de Mola ha sido ejercer a cabalidad la función de periodista; exhibir la ineptitud, los yerros, la incompetencia del gobierno, documentar los excesos, la corrupción de personajes del círculo más cercano al propio mandatario y no dejarse intimidar o amordazar. Andrés Manuel López Obrador no le ha dado tregua prácticamente desde el primer día de su mandato y si el comunicador aún puede desempeñar su labor en gran medida ha sido gracias al apoyo de los ciudadanos y ahora también de algunos colegas que se han solidarizado con él particularmente desde el más reciente embate, luego que la periodista Peniley Ramírez diera a conocer en su columna de opinión que tanto Loret como su esposa, así como Víctor Trujillo (Brozo) y la plataforma Latinus son investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).Loret ha sido valiente en su desempeño, pero también al responder al propio Presidente a quien, a través de su columna periodística, le llamó a dejarse de hipocresías luego de que el Mandatario negó haber dado instrucciones a la Unidad de Inteligencia Financiera para investigarlos.“Basta de hipocresía”, aseveró Loret de Mola usando una frase del propio Presidente, y acusó a este sexenio de persecución contra quienes exhiben su corrupción.“Este gobierno no persigue a los corruptos. Persigue a los que exhibimos a los corruptos”, escribe el periodista.En su artículo de “Historias de Reportero”, el conductor de Latinus, cuyo noticiero nocturno fue puesto en pausa desde la semana pasada, acusa que las investigaciones abiertas son una venganza por haber investigado la corrupción del Gobierno de López Obrador, al tiempo que rechazó que la UIF actúe por su cuenta. “Hay una clara política de Estado para intimidar y perseguir a la prensa crítica, y esa política la encabeza López Obrador”.“Si en Latinus no hubiéramos publicado los videos de sus hermanos y su secretario particular jugueteando con dinero en efectivo, la mansión de su hijo José Ramón en Houston y las grabaciones telefónicas que exhibieron la red de tráfico de influencias de sus hijos Andy y Bobby, esto no estaría pasando.“Es una venganza. Una venganza que tiene una estrategia muy clara: ir subiendo paulatinamente el nivel de acoso. Escala un peldaño, espera a que eso se normalice, y escala otro”, dijo.Enseguida detalló, “lo que empezó con una mención por nombre y apellido un día en una mañanera -que en ese momento nos parecía inaudito e inaceptable- ha derivado en 600 menciones calumniosas, la revelación de la dirección de mi casa donde vivo con mi familia incluyendo hijos menores de edad, el jugueteo permanente con mis supuestos ingresos poniéndome a merced de los delincuentes, al menos dos denuncias ante la Fiscalía General de la República y al menos dos investigaciones de la UIF (la revelada recientemente incluye cobardemente a mi esposa que no es periodista, no es figura pública, no es funcionaria ni nada por el estilo)”.Loret abordó en su columna un asunto que, como ya decía yo al principio, no es un asunto menor.“Me han preguntado mucho en estos días si estoy preocupado. Si no estuviéramos dando pasos gigantes rumbo a un régimen autoritario, no estaría preocupado en lo absoluto.¿Pero hasta dónde está dispuesto a llegar López Obrador para vengarse y acabar con nosotros? Todas las opciones están sobre la mesa para un presidente ensoberbecido por un arrollador triunfo electoral, dispuesto de entrada a aniquilar al Poder Judicial y a la Suprema Corte, mecanismos de defensa de un ciudadano frente a los abusos de la autoridad”.Loret concluye: “Al final de su gestión, sabe que su legado para la historia, que tanto le preocupa, es de autoritarismo y de corrupción en su círculo más cercano. Quizá por eso, en su fantasía todopoderosa, desea borrar del mapa a quienes tenemos todos los datos para dejar constancia”.La descarnada persecución que Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, ha ejercido en contra de Loret de Mola, es un tema que ya se encuentra en instancias internacionales como la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU, la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la organización internacional de derechos humanos, Artículo 19, entre otras, según confirmó la senadora Lilly Téllez, quien de puño y letra redactó las diversas cartas que dirigió para denunciar al Mandatario mexicano. La legisladora informó que denunció al Presidente Andrés Manuel López Obrador por los “ataques” hacia el periodista Carlos Loret de Mola y a Víctor Trujillo, quien interpreta a Brozo.Ojalá las denuncias surtan algún tipo de efecto, es imperioso que alguien le ponga un freno, un hasta aquí, porque de lo contrario ya no habrá quien lo haga y estaremos todos los mexicanos a merced de un sólo hombre todopoderoso.Y pues esto está a punto de ocurrir. Las reformas para darle todo el poder al presidente de la República o al Poder Ejecutivo están en ciernes, una vez aprobadas podrá realizar acciones como expropiar, como incriminar, generar situaciones complejas contra la vida, la libertad, los derechos fundamentales de los ciudadanos que estarán sin garantías individuales como las que tutela la Constitución, sin la tutela judicial efectiva del Estado, a merced de la omnipotencia dictatorial autoritaria.opinión.salcosga@hotmail.com