Escuché por primera vez sobre Foxconn hace poco más de una década. En 2010, en su fábrica de Zhengzhou, China, la principal proveedora de Apple enfrentó una ola de suicidios masivos atribuidos a las condiciones laborales inhumanas en su megafábrica.Los empleados eran explotados en la llamada “Ciudad Iphone”, el complejo industrial de Foxconn que a la fecha emplea a más de 200 mil personas. Los obreros vivían y trabajaban ahí mismo, sometidos a esquemas de explotación laboral: hacinamiento, exceso de horas extra, bajos salarios y trabajo infantil.Tras una auditoría, Apple obligó a Foxconn a garantizar los derechos laborales de sus trabajadores. Desde entonces los escándalos y las críticas por sus prácticas discriminatorias y esclavistas han perseguido a la empresa taiwanesa fundada en 1990, la mayor ensambladora de productos electrónicos con filiales en todo el mundo.En junio pasado, un reportaje de Reuters reveló que la filial de Foxconn en India, a donde llegó en 2019 como parte de la relocalización de empresas (nearshoring) –la salida de compañías de China en medio de las tensiones geopolíticas entre Pekín y Washington–, rechaza contratar a mujeres casadas o embarazadas.Foxconn aseguró que revisaría esas prácticas y responsabilizó a empresas que subcontrata para el reclutamiento de empleados. Sin embargo, ex ejecutivos de la compañía dijeron a Reuters que obedecía a una política de productividad porque las mujeres “tienen bebés después del matrimonio”.Hace unos días Foxconn confirmó que instalará en Jalisco una megaplanta, la mayor en el mundo para la fabricación de los “superchips” GB200 de la compañía estadounidense Nvidia. Se trata de chips cuya arquitectura, según páginas especializadas, son hasta 30 veces más rápidos, y usados en herramientas de Inteligencia Artificial (IA).El anuncio carece de parangón. Es una inversión para maquilar gran parte del futuro tecnológico global a cargo de una empresa que el año pasado tuvo ingresos por más de 142 mil millones de dólares (algo así como 17 veces el presupuesto anual de Jalisco), y este año ya superó esa cifra gracias al auge de la IA.El gobernador Enrique Alfaro confirmó la inversión y adelantó que en las próximas semanas ofrecerán más información. Sería importante conocer las facilidades y concesiones otorgadas por los tres niveles de gobierno a Foxconn para su instalación en Jalisco.Sabemos que la empresa habría invertido 453 millones de pesos para la adquisición de un terreno en el estado.Son indudables los beneficios económicos y la derrama de una inversión de esta clase, pero una pregunta central es, ¿qué tipo de salarios y empleos generará Foxconn en Jalisco? Según Reuters, en su fábrica de la India, los salarios rondan los 200 dólares mensuales (4 mil pesos).En México deberá respetar el salario mínimo de 7 mil 500 pesos mensuales.Relocalización de empresas, sí, pero respeto a la ley y los derechos laborales.Porque Jalisco no es China, ¿cierto?
