Altamente preocupante es que ahora que México sigue sin salir de los últimos lugares en el Índice de Percepción de la Corrupción que presentó a fines de enero pasado Transparencia Internacional y que siguen apareciendo escándalos de corruptelas no sólo en el gobierno de la 4T sino casos que involucran a familiares del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se esté preparando lo que pudiera ser la embestida final al Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) con la iniciativa del Ejecutivo de desaparecer su Secretaría Ejecutiva, el órgano operativo y corazón del sistema.Nuestro país volvió a aparecer en lugar 124 de 180 del Índice de Percepción de la Corrupción 2021, que elabora Transparencia Internacional, y que lo coloca en los niveles de países como Papúa Nueva Guinea o Ganon y por debajo de El Salvador y Zambia. Directivos de esa organización señalaron lo que es cada vez más evidente pero que sigue sin afectar la popularidad del Presidente: que no hay resultados en esta lucha pese a la “fuerte retórica anticorrupción” presidencial y que los principales casos registrados en el País han quedado impunes, incluidos los que involucran a allegados de López Obrador.La animadversión del Presidente contra el SNA, como al resto de los organismos constitucionales autónomos, ha sido manifiesta en repetidas ocasiones desde el púlpito de su rueda de prensa mañanera donde desde el inicio del sexenio les ha reclamado despilfarros, ser herencia de los gobiernos liberales y no haber combatido nunca la corrupción.Si bien desde el 2015 que se iniciaron los trabajos para articular el SNA, que nació hasta el 2017 en el gobierno priista de Enrique Peña Nieto, siempre hubo resistencias de la clase política y gubernamental por la falta de cultura de rendición de cuentas, nunca como en el gobierno lópezobradorista se había hablado abiertamente de desparecer esta instancia. Además de la reducción presupuestal con la que se ha castigado al órgano anticorrupción al pasar de 172 millones de pesos en 2018 a 123 millones en el 2022 y que ha significado la reducción del 20 por ciento de su plantilla, ahora viene la iniciativa presidencial que busca, entre otras cosas, desaparecer la Secretaría Ejecutiva del SNA, con lo que sin duda se terminaría de desarticular el sistema anticorrupción y se pondría en riesgo la incipiente participación ciudadana en este modelo afectando su autonomía y el trabajo con los sistemas locales anticorrupción así como la puesta en marcha de la plataforma digital nacional en la materia.Con la desaparición de la Sesna además de quitar el factor social al SNA, sus funciones pasarían al Comité de Participación Ciudadana (CPC) que no tiene ni los recursos ni el personal para hacerlo.Estamos pues ante una intentona mas de darle un golpe mortal al SNA que ya había asomado con el desinterés de nombrar a los integrantes faltantes del CPC incluido el representante.Habrá que ver pues si la oposición detiene esta nueva embestida de la 4T contra los organismos autónomos y los contrapesos que tanto les incomodan.Jaime Barrera jbarrera4r@gmail.com
