El bienestar físico y mental no son procurados de la misma manera. Mientras que veremos dentro del próximo mes y entrando el año una cascada de ofertas para entrar a gimnasios y establecimientos para perseguir el tan ansiado cuerpo de verano, no vemos el mismo tipo de empuje hacia la salud mental. Es verdad que uno bien podría ir de la mano del otro, en realidad ambos, en buena medida, son la clave de una vida entre equilibrada y armónica. Entonces, ¿estamos tan atentos a la salud mental como a la física?En nuestro país así sin buscarle demasiado, a donde quiera que uno voltee es muy fácil darse cuenta de la (pobre) salud física. Y es que sobra evidencia visible de quien no está muy en forma que digamos; es, desde este punto que nos podríamos ir como hilo de media con la dieta mexicana aún cuando por décadas, el discurso nutricional ha ido solo en relación de lo que físicamente provoca para bien o para mal. Pero dónde dejamos entonces el lado de la salud mental en esta ecuación. En ese sentido, no basta con voltear puesto que no hay evidencias físicas de la falta sanidad en nuestra psique. Todos a partir de cierta edad nos vemos más o menos igual de fregados o más o menos igual de radiantes. Entonces, para ser concretos, cómo prevenimos, cómo acompañamos y cómo nos atendemos en torno a todo esto.Lo primero seguramente será en estar atento a dónde nos llevan nuestros silenciosos pensamientos. Qué ocultamos detrás de contestar que “estamos bien” varias veces al día. Quién de nuestros cercanos sabe de nuestras luchas y retos internos. De la mano de una dieta adecuada, es muy importante el ejercicio físico: caminar una media hora al día, hacerlo solo o acompañados da mucho más de lo que podríamos pensar. Conseguir una salud mental que nos permita tomar decisiones que nos den paz, significa estar rodeado de gente que nos impulse, nos aliente, nos inspire y nos respete a lo largo de nuestros distintos procesos de vida. Acompañar y estar alerta del rol que el de enfrente tiene respecto a su historia de vida, es un indicador importantísimo del que podemos tomar nota para intervenir si es necesario.Contar con la cercanía de solo una persona que esté atenta a esto que parece poco, puede hacer la diferencia. Si usted siente que no la tiene, procure buscar algún familiar o amigo en quien pueda recargarse si algo con usted no está bien.Así como se nos aconseja llevar una alimentación balanceada, definamos también quienes son para nosotros una compañía nutriente.