Los casi 200 mil homicidios que dejó el primer sexenio de la 4T que encabezó Andrés Manuel López Obrador, y que superaron esas cifras mortales de sus antecesores, el panista Felipe Calderón y el priista Enrique Peña Nieto, dejan claro que las reuniones previas a su mañanera que tenía con el gabinete de seguridad a las seis de la mañana, no sirvieron, como todos hubiéramos querido, para que cumpliera su promesa de pacificar el país.Refiero este apunte a propósito del “llamado respetuoso a las y los gobernadores para que atiendan diariamente sus Gabinetes de Seguridad”, que fue lo que más destacó el propio equipo de comunicación de la Presidenta Claudia Sheinbaum en el boletín que difundieron luego de la 50 Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, que se realizó en Acapulco, en el conflictivo estado de Guerrero.Sin duda, el llamado es pertinente, pero es claro que además de encabezar esas reuniones por estar convencidos de que es urgente resolver el problema de inseguridad y violencia en cada una de sus entidades, los gobernantes deben supervisar que las estrategias y acciones contra la delincuencia que ahí se decidan se cumplan, lo que a juzgar por los resultados, el anterior mandatario mexicano no realizó.Basta recordar el clima de tensión que luego del primer año de gobierno de AMLO, a fines del 2019, se vivió justo entre él y las y los gobernadores en la 45 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, porque tras 12 meses de madrugar para estar en la reunión de su gabinete de seguridad y también pedir hacerlo a los mandatarios estatales, ninguna de las estrategias para enfrentar a las bandas delincuenciales, ni a nivel federal, ni a nivel estatal y municipal, habían dado resultados.Ante la grave crisis de inseguridad que se padecía ya en el País (había pasado el primer Culiacanazo que palidece hoy ante los tres meses de narco guerra en la capital sinaloense), era altamente precupante y desalentador que el debate entre el Presidente y las y los mandatarios estatales se quedara en el tema de los recursos o en la asisitencia o no a las mañaneras para ver los temas de seguridad personalmente tanto cuando se les citaba en Palacio Nacioanal como cuando estaban comprometidos a hacerlo en sus Entidades.Si bien es muy importante que las autoridades prioricen el tema de la seguridad, y que los gobernadores no lo deleguen y lo revisen día con día, lo cierto es que se tienen que hacer muchas otras cosas para cumplir con su deber constitucional de garantizar la seguridad de los mexicanos.Ojalá por eso el llamado sea tomado en cuenta junto con una verdadera coordinación policial entre los tres niveles de Gobierno, que de entrada pongan alto a los desafíos que las mafias ponen casi a diario al gobierno de Claudia Sheinbaum en cada vez más regiones y entidades del país.Ya se verá, en un año, en la 51 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.jbarrera4r@gmail.com