No existe ninguna fracción de tierra, por más mínima que sea, en la cual se pueda estar seguro en Gaza. En ningún lugar, incluso si se encuentra lejos de las áreas de combate activo, se tiene la garantía de que no caerá una bomba durante la noche. Esto asegura Jasmine Guerda, quien forma parte de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), quien estuvo tres meses en Gaza intentando apoyar a la población.Periodistas de Ginebra relatan el duro sacrificio sin límites que hace el limitado equipo de trabajadores humanitarios internacionales del que Guerda forma parte y complementan la labor de los humanitarios palestinos."Intentamos medir el sufrimiento con cifras: el total de desplazados, de litros de agua por persona, de camiones de ayuda cada semana, pero los números no importan porque nunca hay suficiente comida, cobijo o atención médica para una población que lo ha perdido todo, sus empleos, un techo, su ropa, el acceso a sus cuentas bancarios y el derecho a la privacidad", narró Guerda.Añade, además, que al hablar de la población en Gaza no es posible hablar sobre condiciones de vida, puesto que no existen: "no deberíamos hablar de condiciones de vida, porque nadie tiene este lujo, lo único que apenas tienen son condiciones de supervivencia, sus vidas penden de un hilo".Sostuvo que nadie que no esté allí puede entender lo que significa ser un desplazado forzado (múltiples veces) en Gaza, pues en una situación "normal" de guerra o desastre los desplazados pueden encontrar finalmente algún tipo de seguridad, lo que no ocurre allí."Piensen que una noche reciben una orden de evacuar y tienen diez o quince minutos antes de que el edificio donde se encuentran sea bombardeado. Los niños están durmiendo, los despiertan y en segundos hay que decidir qué llevarse consigo, los carnés de identidad, el certificado de nacimiento, la leche de fórmula que queda, el resto es un lujo: los recuerdos, las fotos de la graduación", continuó.La empleada de la ONU tuvo palabras de reconocimiento para el pueblo palestino, del que destacó su resiliencia y capacidad de ponerse de pie una y otra vez, mostrando una gran solidaridad.“Los palestinos han vivido continuas guerras y tienen la capacidad de ir para adelante, de encontrar soluciones, de ayudar a personas que nunca antes han visto. Esto lo he visto con colegas, que lo han perdido todo, sus seres queridos, sus casas, hasta sus oficinas, pero cada mañana se levantan temprano para ayudar a los demás”, subrayó. MBMantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp