Habitantes de Temacapulín, una de las tres comunidades amenazadas de inundarse con la construcción de la presa El Zapotillo, pueden vivir en paz tras años de lucha.María Ibarra, de 75 años de edad, cuenta que fue parte de la lucha por no inundar su pueblo por 18 años, por lo que espera ya vivir en paz."Vivir en paz ya de tanta lucha. Íbamos a las marchas, al Congreso, para allá, para acá, a otros. Esperemos ya vivirlo en paz. Toda la vida he vivido aquí y 18 años de lucha".En el evento de inauguración de la presa El Zapotillo de este sábado, habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo estuvieron presentes, aunque muchos no pudieron entrar pues el lugar fue reservado para servidores de la nación.Las tres comunidades esperan que no haya más amenazas en un futuro con proyectos similares.Por ejemplo, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC) exige que haya medidas de protección en futuros sexenios.María González Valencia, de la organización, consideró que en cada nueva administración deben revisarse los acuerdos para evitar modificaciones en la operación de la presa El Zapotillo."Quedan tres instrumentos definidos que serían una medida de protección: los ordenamientos ecológicos territoriales y el decreto de restauración del Río Verde"."Pero los pueblos necesitan que cada cambio de sexenio y administración de la Conagua se suscriban nuevos acuerdos de compromiso para que esa presa vaya a seguir operando igual", dijo.Por lo tanto, el IMDEC también exige que se deben garantizar medidas de no repetición y reparación del daño por las afectaciones causadas por la construcción de la presa el Zapotillo, principalmente por el desplazamiento forzado a habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.También señalan que se es necesario garantizar que se pueda resarcir afectaciones a la salud ocasionadas.González Valencia recordó que debe haber investigaciones y auditorías ante los derroches de recursos invertidos en el proyecto de construcción de la presa. YC
