Aunque en los últimos años se han registrado logros importantes, como el aumento del salario mínimo y la disminución de los niveles de pobreza, la desigualdad social sigue siendo un desafío considerable en México. Una amplia mayoría de la población aún pertenece a la clase baja, con ingresos significativamente menores en comparación con otros segmentos sociales.De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 56.6% de los mexicanos forman parte de la clase baja, mientras que un 42.2% se encuentra en la clase media. Por otro lado, la clase alta representa únicamente al 1.2% de la población, destacándose como el grupo más reducido.El INEGI clasifica a la población mexicana en tres principales grupos sociales:La Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública (AMAI) proporciona un desglose más detallado de los ingresos mensuales promedio en relación con estas categorías:Estas cifras reflejan las marcadas diferencias en ingresos, acceso a servicios y oportunidades de desarrollo que existen entre los distintos sectores sociales en el país.A pesar de las desigualdades persistentes, los datos recientes muestran avances en la lucha contra la pobreza. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el porcentaje de la población en situación de pobreza disminuyó de 37.7% a 35.8% entre el primer trimestre de 2023 y el mismo periodo de 2024.Este progreso se atribuye a diversos factores, entre ellos, el aumento en el número de personas empleadas, que incrementó en 628 mil 800 trabajadores, y el crecimiento del ingreso laboral real per cápita en un 7.2%. Estas mejoras han permitido que más hogares logren cubrir la canasta básica alimentaria, un indicador clave para medir la pobreza en el país.Aunque estos avances son alentadores, la amplia brecha entre clases sociales evidencia que el desarrollo económico no ha sido equitativo. México enfrenta el desafío de implementar políticas que impulsen la movilidad social y reduzcan la desigualdad estructural, permitiendo que más personas tengan acceso a mejores condiciones de vida.BB