Cada 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro, evento al que se suma la Feria Internacional del Libro (FIL) a través de un maratón de lectura. Ayer, tocó el turno de leer la novela “Ciudades desiertas” de José Agustín. El evento se llevó a cabo desde las 10:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, en la explanada del edificio de la rectoría de la Universidad de Guadalajara (UdeG), hasta donde llegaron cientos de personas y participaron de forma activa en el maratón 436 lectores.Uno de ellos fue Jovana López, una joven asidua a la lectura quien en entrevista con EL INFORMADOR compartió que su vida literaria comenzó cuando leyó “Alicia en el País de las Maravillas”. Señaló que con el paso de los años fue tomando más cariño a la lectura hasta convertir ese gusto en una forma de vida.Jovana acudió con su amiga Viridiana, y previo al arranque del evento, ambas discutieron acerca de la lectura, la familia y los amigos mientras esperaban su turno para leer “Ciudades desiertas”. Ayer, las personas comenzaron a llegar desde las 9:00 de la mañana, a la explanada del edificio de rectoría, para hacer fila, acomodarse o aprovechar un buen lugar bajo el toldo… Y esperar a que llegara su turno para leer sobre las travesías de “Susana”, una mujer mexicana que viaja a Estados Unidos y cuyos pasos narró José Agustín en su novela.La ceremonia inaugural del festejo corrió a cargo del rector general de la UdeG, Ricardo Villanueva, quien invitó a la comunidad estudiantil a leer, a ser parte de la promoción de la lectura y defender los derechos de autor: “Se nos convoca a defender al libro y los derechos de autor, un día donde la Feria del Libro es la principal defensora del libro en México y hacemos esta gran actividad que resulta siempre muy bonita por la gran cantidad de jóvenes, familias y estudiantes que nos acompañan a hacer un maratón de la lectura”.La secretaria de Cultura de Jalisco, Lourdes González, también estuvo presente en la conmemoración del Día Mundial del Libro, donde recomendó a los jaliscienses darse la oportunidad de leer, de escoger un autor o autora, alguna temática que les conmueva o personajes que les inspiren para que se enamoren de los libros: “Yo recomiendo leer mujeres, leer grades mujeres, el año pasado tuvimos un homenaje a Margo Glantz, que es una de mis autoras favoritas; también leímos a Guadalupe Nettel… Así que los invito a que se den un chapuzón en la lectura, siempre es un gran placer habitar otros cuerpos, otras historias, otras pieles”. Cabe señalar que Jovana piensa que las personas deben de difundir más la cultura lectora en la niñez: “Creo que los papás de estos años, tienen que impulsar a sus niños a leer a través de la tecnología, ya que es un recurso que los niños utilizan”. Agregó que no se debe de huir de lo digital, sino que se debe de abrazar y aprovechar para las nuevas generaciones.Mientras esperaba su turno para leer, Viridiana Reyes, explicó la importancia de la lectura de escritoras mexicanas, pues considera que es importante conocerlas para vivir desde su percepción los problemas y alegrías para empatizar. “Las letras femeninas cada vez están sonando más, y es importante porque es muy diferente la visión que tienen los hombres a las mujeres de cualquier tema; entonces, que se le dé difusión a las letras femeninas y a las letras mexicanas femeninas creo que también es muy importante”. Viridiana contó que cuando era pequeña su hermana le leía el libro “Cuentos de la Selva” de Horacio Quiroga y a partir de ahí su vida cambió y comenzó su hábito como lectora. Habitar otras pieles por medio de la lectura es lo que han hecho diferentes lectores a lo largo de su vida; como, la ex docente de literatura, Gema Leticia Méndez Estrada, quien por más de 30 años motivó a estudiantes de preparatoria a leer.“Solía seleccionar fragmentos de diversos autores o autoras, poesía, cuento o novela… Elegía y les leía un fragmento de Ibargüengoitia, un poema de Jaime Sabines o un fragmento de Rosario Castellanos o algo de Carlos Fuentes o Saramago, un fragmento que a mi criterio era un detonador; me daba cuenta que en ocasiones le atinaba, me daba cuenta que guardaban silencio”. Compartió que en una ocasión repartió libro a sus alumnos para que leyeran; algunos se fueron por los más pequeños o de menor cantidad de páginas: “Algunos agarraban el de Franz Kafka, ‘La Metamorfosis’, porque estaba pequeño o el de ‘Ana Karenina’ y creían que por ser pequeños iban a ser más rápidos de leer y no era así; en cambio, el que se llevó ‘La Virgen de los sicarios’ lo terminó muy rápido”.Gema coincide en que se debe fomentar la lectura; por ejemplo, ella regala libros de bolsillo en ocasiones especiales a sus amigas y vecinos; incluso, a niños que le han pedido dinero en un crucero. Los maestros han sido los mayores promotores de libros, tal es el caso del profesor Eduardo Quijano, quien acude, en familia, cada año a la lectura en voz alta que organiza la Universidad de Guadalajara. “Para mí es una especie de ritual, desde el 2002 he venido, solamente no he acudido a tres; es un ritual que como lector me cumplo, algunas veces con mayor fervor, dependiendo del autor del que se trate, porque algunos los he leído más”. Sobre el escritor que este año homenajeó la FIL, el profesor destacó que José Agustín fue un autor que logró adjetivar los sustantivos en sus obras y trastocar el idioma; asimismo, agregó que “la lectura es para disfrutar, no es una obligación, no es un deber, no es un catecismo”, reflexionó Quijano.Finalmente, la directora de la FIL Guadalajara, Marisol Schulz, añadió que la obra de José Agustín “influyó a toda una generación de escritores para romper el canon literario de la época, pero también cautivó tan profundamente que terminó por marcar a toda una generación que se identificó en el uso del lenguaje coloquial y desenfadado de sus personajes”. CT