El espectáculo “En la lona, un fracaso de Juan Méndez”, producción de Periplo Cultura y Circo, el Centro para la Difusión de las Artes del Circo en México y el gimnasio Black Box, es un montaje provocador que se inspira en el imaginario y el misticismo que rodea el mundo del boxeo para reflexionar acerca de la masculinidad y su estrecha relación con distintas formas de violencia; así, la pieza escénica —que se dirige a un público de jóvenes y adultos— ofrecerá tres únicas funciones en el Foro “El 790”, del 23 al 25 de marzo, a las 20:30 horas.Según la trama, “Juanelo” es un boxeador que alcanza la cima y, antes de sufrir una caída brutal e irreversible, tendrá que enfrentar sus miedos mientras pelea sobre el cuadrilátero. Este espectáculo, además, hace referencia a un célebre relato de Julio Cortázar, es el resultado de la residencia “Poéticas en encuentro”, que se realizó en el Centro Cultural “El 790”, con artistas de México, Brasil y Uruguay, y cuyo proceso creativo inició con una exploración sobre la violencia masculina, sus raíces y sus detonantes. Juan Méndez encarna a “Juanelo”, un unipersonal que es fruto de “residencias dedicadas al estudio y exploración de la dramaturgia circense, que se realizaron el año anterior entre artistas de México, Brasil y Uruguay; esto, porque el mundo del circo, al menos aquí en Guadalajara, estamos en una etapa en que debemos escribir nuestras obras, no sólo de un acto sino más extensas, y aquí entra el tema de la dramaturgia, el tema de las referencias y si entran o no temas sociales y políticos. Todo como fruto de la investigación”.De este modo, cuenta el actor, el proceso involucró seis meses de trabajo en línea y, en noviembre, una residencia presencial de dos semanas en Foro “El 790”, “donde todo el trabajo se llevó a escena; y el mío, que tiene que ver con boxeo, tomando como base el cuento de Cortázar que se inspira en ‘El torito de mataderos’ —Justo Suárez—; de modo que habla de la vida de los boxeadores, que son como héroes épicos que suben en su carrera y cuando bajan, después de años, quedan con golpes y traumas. Si hoy se les considera deportistas de alto rendimiento, antes fueron gladiadores o carne de cañón, viviendo en situación precaria”. Por otra parte, establece Méndez, “yo tenía muchas ganas de que este espectáculo abonara a la erradicación de la violencia contra la mujer, un tema que creo muy pertinente; y es que pienso que desde nuestra posición debemos contribuir al tema como persona y, por cercanía, revisando el mundo de los hombres. Así, el tema de las masculinidades nos remonta a identificar las actitudes que tenemos como varones y que son fruto de cómo nos educan en la sociedad; pero podemos cambiar, los que somos adultos o jóvenes, modificar cosas”.En un contexto donde numerosos factores sociales nos conminan a investigar acerca de estas cuestiones, refiere el actor, “es algo que estudiamos y, con ello, buscamos encontrar una línea para convertir eso en algo escénico. Somos payasos y conocemos el mundo del bufón, lo que nos permite hablarle a la gente de modo más cercano sobre el tema; pero también el circo, porque soy payaso, a lo que se suma el teatro documental (proyectamos video y fotografías). Con todo el material, llegamos a la puesta en escena con ayuda del director argentino Tato Villanueva, y presentamos una primer temporada en diciembre pasado”.Finalmente, enfocado el montaje para jóvenes y adultos, Méndez comenta que “si nuestro trabajo había sido hasta hoy más familiar, con temas accesibles, universales y sin hablar; ahora he madurado como artista, tengo dos hijas y ando en dinámicas distintas. Así, quise hacer una obra más en contacto conmigo, y se decidió dirigirlo a jóvenes y adultos, para que se programe en circuitos diferentes. Esta obra vivirá, creo, del gusto de la gente, de ir al teatro”. CT
