Cultivado y consumido desde la antigüedad —con un énfasis especial en las culturas precolombinas de Sudamérica y América Central, donde también se le consideraba un alimento sagrado—. El amaranto pertenece al género de plantas de la familia Amaranthaceae y es conocido por sus pequeñas semillas, mismas que son altamente nutritivas. Aunque suele considerarse un cereal, en realidad es un pseudocereal, ya que no forma parte de la familia de las gramíneas como el trigo o el maíz.Destaca por ser una fuente excepcional de proteínas de alta calidad, ya que incluye todos los aminoácidos esenciales, incluso la lisina, que suele ser deficiente en otros cereales. Además, es rico en fibra, vitaminas (A, C y del complejo B) y minerales esenciales como hierro, calcio, magnesio y fósforo.Lo que hace aún más atractivo al amaranto es su gran versatilidad culinaria. Sus semillas pueden ser utilizadas de múltiples maneras: cocidas como arroz, añadidas a ensaladas o sopas, transformadas en harina para productos horneados o convertidas en palomitas (infladas) para preparar barras energéticas y cereales.Por su valor nutricional, el consumo regular de amaranto puede contribuir a la prevención de diversas afectaciones como:Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO