En esa grave disyuntiva se encuentra el conflicto entre el Gobierno del Estado y la Universidad de Guadalajara.Como se veía venir, la reunión del viernes pasado entre autoridades de la Universidad de Guadalajara encabezadas por el rector general, Ricardo Villanueva, con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y parte de su gabinete, terminó sin acuerdos concretos.Quienes asistieron al encuentro realizado en Palacio de Gobierno, donde una comisión de funcionarios universitarios expuso sus razones y argumentos para tratar de revertir la quita de 140 millones de pesos al Museo de Ciencias Ambientales del Centro Cultural Universitario (CCU), reconocen que la tensión que esta decisión provocó y el desalojo de miembros de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) del predio de Huentitán donde se desarrolla el proyecto Iconia, flotó siempre en la reunión que se tornó distante y con un ambiente enrarecido.Y es que lejos de estar cerca de un arreglo, este conflicto sigue escalando con el último embate a la Casa de estudios, que significó no sólo no reponer el presupuesto que se quitó al Museo, sino instruir a que desde el Congreso la bancada naranja pidiera una auditoría especial a lo ejercido hasta ahora en la construcción de ese espacio y que quedó aprobada el lunes pasado.Así, pues, es claro que en el gobierno alfarista, ya hicieron sus cálculos y están dispuestos, ahora que parecen contar con el apoyo presidencial, a ir con todo al choque de trenes contra el grupo político que encabeza el ex rector Raúl Padilla López y que ha controlado la UdeG las últimas tres décadas. El duro mensaje del rector el martes pasado deja claro que en la Universidad ven esta misma ofensiva al grado que pidió al Gobernador Enrique Alfaro hacer un “alto en el camino” para que no se paren proyectos a favor de la juventud jalisciense y que para buscar un cese de hostilidades alcen la voz los distintos sectores de la sociedad civil.Por primera vez le puso nombre y apellido al que culpan de la rijosidad contra la UdeG, al señalar de ello al jefe del gabinete estatal, Hugo Luna. Villanueva hizo pública también su duda, de si les habían prohibido “juntarse con ellos” a los alcaldes naranjas electos Pablo Lemus, Juan José Frangie y Salvador Zamora por haber faltado a un foro de urbanismo organizado de forma conjunta, y reveló que hay diputados de MC incómodos por obligarlos a votar por iniciativas que afectan a la UdeG.Ante estos reclamos, junto con el reproche de que el gobierno estatal busca socavar la autonomía universitaria al seguir la ruta de apretar el presupuesto, hacer guerra sucia, intimidar con auditorías, e incluso poder llegar al punto de hacer un uso faccioso y político de las instituciones de procuración de justicia, el gobernador respondió que no le entrará “al jaloneo” con las autoridades universitarias ni cederá a sus “presiones”, los acusó de cometer excesos y adelantó que les hará “sugerencias” de cómo utilizar el presupuesto.Los tambores de guerra siguen, pues, sonando cada vez con mayor intensidad en ambas partes.jbarrera4r@gmail.com
