En memoria de Ronza y su eterna alegría¿Qué quiere la Presienta Claudia Sheinbaum para y de Jalisco? No está claro, salvo el desdén con la que la Presidenta de la República ha tratado al Estado. La descortesía política ha sido reiterativa. Decir que no pudo recibir al gobernador electo Pablo Lemus porque no tuvo tiempo significa simplemente que todas las cosas que hizo durante esos dos meses, incluyendo la reunión con el Canelo y otros personajes de la farándula, son para ella más importantes que Jalisco. La Presidenta acudió a la toma de posesión de la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle y estuvo en Chiapas anunciando obras un día antes de la toma de posesión del nuevo gobernador Eduardo Ramírez por lo que no acudir a la toma de posesión del gobernador de Jalisco hizo aún más evidente que se trata de una toma de postura política, de una afirmación pública del sectarismo del nuevo Gobierno: nosotros y los otros. Enviar como su representante a un tercer bat, el titular de la Secretaría del Trabajo (nada tiene que ver con la cualidad personal del secretario Marath Bolaños) y no, por ejemplo, a la secretaria de Gobernación, es también una forma de minimizar a Jalisco.El desdén no es al gobernador Lemus, es al Estado que le dio un millón seiscientos mil votos, sólo por debajo del Estado de México, Ciudad de México, Puebla y Veracruz. La presencia de Claudia Sheinbaum le habría dado una inyección de vitalidad a los miembros de Morena, pero ha decidido dejarlos solos. ¿Qué gana la Presidenta con esto? Nada, salvo enviar el mensaje de que estás con su partido o no estás.Hay quien afirma que la Presidenta no recibe al gobernador o no viene a Jalisco para que no le soliciten recursos para obras específicas. El argumento se desmorona por sí mismo, pues, más allá de la voluntad política, lo cierto es que el Gobierno federal no tendrá recursos el próximo año, ni para invertir en Jalisco ni en ningún otro Estado. El presupuesto alcanzará para concluir el Tren Maya, echar a andar Dos Bocas, darle vida a Pemex y seguir con los programas sociales del ex presidente. Es claramente el presupuesto del año siete de López Obrador, no el del primero de Claudia Sheinbaum.Si, como afirman otros de los defensores de la decisión de la Presidenta, lo que busca el Gobierno federal es que Jalisco entregue los sistemas estatales de salud y educación, no venir o no enviar a una representante de alto nivel no parece ser la mejor estrategia. Una simple pregunta: ¿Habría el gobernador Lemus afirmado con la vehemencia que lo hizo en su toma de posesión que no entregará los sistemas de salud y educación si la Presidenta o la secretaria de Gobernación hubiese estado presentes? Creo que no.El Gobierno federal no parece tener más proyecto para Jalisco que el burdo apoyo a Morena para la elección del 2027. El desdén al Estado no parece ser, sin embargo, la mejor de las estrategias.