Sábado, 21 de Junio 2025

LO ÚLTIMO DE Ideas

Ideas |

México, con “M” de muerte

Por: Isaack de Loza

México, con “M” de muerte

México, con “M” de muerte

México es tradición, cultura, gastronomía, belleza natural, calidez, folklor, fiesta y diversidad. Un verdadero paraíso en la tierra. Pero desafortunadamente también es violencia, desigualdad, corrupción, impunidad, explotación, represión y mala gobernanza.

Y es esta segunda cara la que ha empujado a millones al margen, a ese sector desfavorecido con pocas o nulas oportunidades de crecimiento. Una puerta abierta que el crimen organizado no ha dejado de aprovechar.

Ganar la vida por la vía legal en México es una carrera de obstáculos. Tributar es un martirio y no hay quien pueda desmentirlo. El aparato estatal, la burocracia asfixiante, la tramitología eterna y los impuestos que pagas por el privilegio de trabajar son un tema enorme.

Luego están la precarización salarial y laboral, y la nula discusión en el Legislativo para reducir las horas de jornada trabajadas. Todo ello ha erosionado la confianza en el Estado y empujado a muchos hacia el único sistema que sí convence a la gente que funciona: el del crimen organizado.

Y hasta hace unos días, quedaba un oasis en ese desierto: Ciudad de México. La capital se mantenía como el último reducto de paz relativa. Eso terminó este martes.

El asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de Clara Brugada, y de José Muñoz, uno de sus asesores más cercanos, marcó un antes y un después. Fue un golpe quirúrgico, con planeación y ejecución profesional. Un mensaje directo al núcleo del nuevo gobierno capitalino. El más grave desde el atentado contra Omar García Harfuch en 2020, cuando fue emboscado en pleno Paseo de la Reforma. Aquel intento fallido dejó tres muertos. Este, dos.

Desde entonces, Harfuch ha sido una figura clave en el combate al cártel Nueva Generación, grupo que —como lo ha señalado la académica Guadalupe Correa-Cabrera— opera con “franquicias criminales” por todo el país. Si el crimen tiene ese tipo de firma, podría ser algo más que un mensaje: podría ser una advertencia.

Y lo peor es que no se trata de la primera. Ahí están los asesinatos de la candidata Yesenia Lara, del ex gobernador Aristóteles Sandoval, del ex diputado Luis Armando Córdova, del comisario de Teocaltiche Ramón Grande, del secretario general de ese municipio José Luis Pereida, o el atentado en el que murió la fotógrafa Avisack Douglas y que tenía como blanco a la candidata veracruzana Xóchitl Tress. El contenido del mensaje es claro: no hay intocables.

Desde la sociedad civil, ninguna muerte se celebra. Pero los gobiernos sí lo hacen cuando destacan que hay menos homicidios que en el pasado. A nadie consuela que ya no sean 88 sino 66 los asesinatos que se cometen a diario en este país.

Ahora que el crimen ha tocado a la cúspide del poder, quizá —solo quizá— se abre la oportunidad para que quienes gobiernan comprendan por fin la dimensión de la tragedia que enfrentamos. La sangre no sólo corre en los márgenes: ahora salpica el centro.

México se escribe con “M” de muerte porque esa es la imagen que hoy nos distingue en el mundo. Un país donde los abrazos no curan, porque las heridas son de guerra. Y mientras no haya justicia —para Guzmán, para Muñoz y para todos—, seguirá siendo así.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones