Un día después de que Donald Trump diera a conocer el nombramiento de Tom Goman como nuevo encargado de la política migratoria -12 de noviembre- y de ratificar que desde el primer día de su gobierno -20 de enero- comenzarán las deportaciones masivas, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió a los connacionales mexicanos que viven en Estados Unidos que “siempre los vamos a defender”. Y el 9 de diciembre, el Canciller Juan Ramón de la Fuente en Nueva York reafirmó el compromiso del gobierno mexicano de defender a los inmigrantes mexicanos utilizando todas las herramientas legales y jurídicas disponibles para que se respeten los derechos de los afectados e impedir que se cumplan cabalmente las amenazas del presidente electo del país vecino. “Este no es el momento de permanecer en oficinas, sino de salir, de construir alianzas y trabajar directamente con nuestra comunidad migrante”, dijo el Secretario de Relaciones Exteriores.En la actualidad, no se sabe cuántos indocumentados hay en Estados Unidos; sólo hay estimaciones y de acuerdo con el Pew Center Research son por lo menos 14 millones de personas ilegales -casi 4 por ciento de la población-, de las cuales casi 50 por ciento- 7 millones- son de origen mexicano.La pregunta es, ¿el gobierno mexicano está en condiciones legal y jurídicamente para abogar por esos indocumentados? La respuesta es no. Para empezar, no se tiene la capacidad de recursos humanos para hacerlo y menos argumentos legales y jurídicos para representarlos y defenderlos.La ley de deportación de los Estados Unidos por no cumplir con la legislación es muy clara: “Un extranjero puede ser detenido y deportado si, a) Ingreso al país ilegalmente, b) cometió un delito o violó las leyes de Estados Unidos, c) desobedece repetidamente las leyes de inmigracion (no cumplió con los permisos o condiciones para estar en el país) y es buscado por inmigración y d) si está involucrado en actos criminales”. Y es muy clara la ley al aclarar, que “Los ciudadanos de otros país pueden permanecer en un centro de detención hasta la fecha de su juicio en corte de inmigración para aclarar su caso”, pero los extranjeros que no pasaron por un control migratorio al entrar al país y que no cumplieron con los requisitos que regulan su entrada o presencia prolongada en Estados Unidos, pueden ser DEPORTADOS RÁPIDAMENTE bajo una orden de deportación expedita o acelerada”.Los argumentos que desde Palacio Nacional han salido en los últimos días, de que los mexicanos son una pieza vital para la economía estadounidense y que sin su mano de obra muchas industrias sufrirían un duro golpe, es cierto, pero la realidad es que la condición de quienes están en el país de manera irregular, de acuerdo con la ley, pueden ser deportados de manera expedita sin dar oportunidad a que con una buena intención, pero sin bases legales, puedan impedirlo como pregonan la Presidenta y el Canciller. Así que, lo que digan desde la mañanera o desde Relaciones Exteriores, en el sentido de que la maquinaria está lista para defender “a capa y espada” a los connacionales ilegales, es “puro cuento”.¿Usted, qué opina?