Sin duda 2024 ha sido un ciclo intenso por todas las latitudes del mundo. Este año ha pasado de la sinrazón de las guerras continuadas de Rusia vs Ucrania e Israel vs Hamás, a los vuelcos políticos por el rechazo que han sacudido a grandes democracias, hasta la caída de uno de los últimos faraones dictatoriales en Siria, Bashar Háfez al-Assad.No sólo eso. La naturaleza y en especial los efectos del cambio climático son un llamado de atención de la relación del hombre con el entorno. De ahí la reciente elección de DANA, acrónimo de Depresiones Aisladas en Niveles Altos, como la palabra del año por parte de la Fundación de la Real Academia de España y la agencia noticiosa EFE.Las DANA han causado estragos en diversas partes del mundo, desde Valencia con aguas fuera de su cauce, centenas de muertes y personas desaparecidas, hasta el último evento en la Isla francesa Mayotte tras el paso del ciclón “Chido”; en esa lista debemos incluir un nuevo capítulo doloroso en México con los daños en el puerto de Acapulco, azotado este año por John y antes por Otis.El cambio climático ya no toca la puerta sino derriba zonas urbanas en comunidades enteras. El llamado es a un consumo responsable desde el ciudadano en su vida cotidiana, pero en grande a los volúmenes de la industria y al modelo de producción que está en franca contradicción con el medio ambiente.La siguiente ola de manifestaciones globales, no es difícil de pronosticar, debe ser a favor de un cuidado del entorno para dar viabilidad a la calidad de vida en las futuras generaciones.El cambio también puede ser dramático con el uso de la Inteligencia Artificial, donde se requieren aplicaciones éticas de parte de las grandes empresas tecnológicas, metidas en la carrera de la innovación y con ello también en el desgaste del agua y aire en el medio ambiente.Mientras la IA campea, en Africa -en especial en Kenia- crecen las manifestaciones de los pobladores contratados para “alimentar” de datos a la “inteligencia”, pues consideran que están sometidos a jornadas inhumanas prolongadas y en contacto con contenido violento que afecta su salud mental. La promesa de un mundo digital que a todos nos conectaría está mutando hacia riesgos para todas las edades, y la ciberseguridad debe ser una prioridad en las familias y a gran escala para proteger a la sociedad.Con la reciente elección de Donald Trump en Estados Unidos, inició también en su casa el desfile de los CEOs de las grandes empresas de tecnología, como Meta, Amazon y las que faltan, encabezados por Elon Musk, amigo del futuro presidente.Y si bien los gobiernos también estuvieron en pugna contra las bigtech, tienen que sortear sus propios procesos democráticos. Tan sólo pensemos en Francia y Alemania, naciones a las que podría unirse Canadá.Francia ha experimentado un paso adelante y dos hacia atrás con la crisis política tras la caída de las últimas tres personas que ocuparon el cargo de primer ministro. Elisabeth Borne, Gabriel Attal y Michel Barnier; el presidente Emmanuel Macron nombró a su cuarto primer ministro, mientras en Alemania el canciller Olaf Scholz convocó a elecciones anticipadas para febrero de 2025, ante los problemas de gobernabilidad.El mundo sin duda se sacudió en este 2024, dejando una estela de nuevos horizontes y buscando salidas a viejos y nuevos problemas.