Los habitantes de Florida se abren paso por calles inundadas, recogían escombros y evaluaban los daños a sus viviendas luego de que el huracán Milton arrasara las comunidades costeras y provocara un aluvión de tornados letales. Por lo menos 10 personas murieron, y los rescatistas seguían salvando a gente de las crecidas de los ríos, pero muchos expresaron estar aliviados de que Milton no fuera peor. El huracán no golpeó directamente la poblada región de Tampa, y la letal marejada ciclónica que los científicos temían no llegó a materializarse. Sin embargo, el gobernador Ron DeSantis advirtió a la gente que no bajara la guardia y señaló que aún hay amenazas a la seguridad, como el tendido eléctrico caído y agua estancada que podría ocultar objetos peligrosos. "Nos encontramos en el periodo donde tienes muertes que son evitables", dijo DeSantis el viernes. "Tienes que tomar decisiones adecuadas y saber que hay peligros allá afuera". Mientras los propietarios de viviendas evaluaban los daños en sus propiedades, unos 2.2 millones de clientes de Florida seguían sin suministro eléctrico el viernes, según poweroutage.us. A los 260 mil habitantes de St. Petersburg se les pidió que hirvieran el agua antes de beber, cocinar o cepillarse los dientes, al menos hasta el lunes. Mientras tanto, la vital industria turística del estado vuelve a la normalidad, y varios parques de diversiones se preparaban para reabrir. También estaba previsto que el aeropuerto más concurrido del estado reabriera completamente el viernes. Milton, que azotó el estado dos semanas después del devastador paso del huracán Helene, inundó las islas barrera, arrancó el techo del estadio de beisbol de los Rays de Tampa Bay y derribó una grúa de construcción. Equipos del Departamento de Policía del condado de Hillsborough ayudaron el viernes a rescatar a varias personas que habían quedado atrapadas por la crecida del río Alafia, entre ellas una mujer de 92 años. El río tiene 40 kilómetros (25 millas) de largo y se extiende desde el este del condado de Hillsborough hasta la bahía de Tampa. Los animales también estaban siendo rescatados. Cindy Evers ayudó a rescatar a un cerdo de gran tamaño atrapado en las aguas de un centro comercial de Lithia, al este de Tampa. Ya había rescatado a un burro y varias cabras después de la tormenta. "Estoy en una zona alta y seca donde tengo un establo y 9 acres" (3,6 hectáreas), dijo Evers, y añadió que pronto empezará a buscar a los propietarios de los animales. Se tuvieron en cuenta algunas advertencias y se aprendieron algunas lecciones. Cuando 2,4 metros (8 pies) de agua de mar inundaron Punta Gorda durante el huracán Helene el mes pasado, hubo que rescatar a 121 personas, según la alcaldesa Lynne Matthews. Milton provocó inundaciones de al menos 1,5 metros (5 pies), pero los equipos de rescate sólo tuvieron que salvar a tres personas. "Así que la gente hizo caso a las órdenes de evacuación", dijo Matthews. En Riverview, llamada así por su proximidad al río Alafia, un pequeño puente sobre un arroyo se derrumbó, impidiendo el acceso del canadiense Del Ockey a la casa donde pasa los seis meses más fríos del año. Dos tablones sobre el arroyo son la única forma de llegar a su casa. Alquiló un coche y lo estacionó al otro lado, para ir el viernes por la mañana a cargar gasolina y arreglar una motosierra que se le rompió mientras talaba árboles caídos alrededor de su casa. EE